Tasting de Blancos en Mar del Plata. Wine MDQ. La otra cara de la moneda.

El vino blanco es como el lado oscuro de la luna. Cuando hablamos de vino, en general hablamos de vino tinto. El blanco es aquello que no vemos pero siempre está. De tanto tinto, Malbec y demases etcéteras nos olvidamos de lo que el blanco tiene para darnos. Nos olvidamos del lado oscuro de la luna...

El fín de semana estuve en Mar del Plata. Fui especialmente a un evento que no podía perderme. Los señores de Wine MDQ con don José Miranda a la cabeza, organizaron una degustación monumental de 72 vinos blancos!
Si, leyó bien, 72 vinos blancos para degustar, disfrutar y analizar. Todos catados a ciegas. Divididos en varias entradas o flights por cepa. Interesantísimo evento, donde es reina la cepa blanca, tan dejada de lado en éstos tiempos de alta gama de tintos, pero que constituyen un mundo diferente, lleno de sorpresas, mundos aromáticos exquisitos y grandes experiencias para disfrutar.
Empezamos con torrontés, seguimos con sauvignon blanc, hubo una tanda de cepas varias, dos de chardonnay para terminar con una vinos dulces.
Parece demasiado?
No, estuvo perfecta.
En el marco del hotel Sheraton de Mar del Plata, a pasitos de Playa Grande, en la capital del turismo familiar argentino, todo comenzó a las 18:30 del Sábado 19 de Noviembre de 2016. Llegamos y nos recibieron con una copa del espumante de Alma Negra, como para ir calentando motores.
En las mesas, dispuestos de manera muy prolija, había para cada participante de la degustación una copa, una planilla para anotar pareceres y puntajes, un recipiente para espitar los vinos (única manera de llegar despierto al último...), otra pequeña planilla para dar resultados y una birome. El personal del hotel hizo el servicio. Muy bueno y con un ritmo sostenido pero tranquilo para entender y poder puntuar cada muestra.
Sesenta personas aproximadamente, cómodamente emplazados en mesas de a cuatro o más, dispuestos a embarcarnos en ésta locura, sana e inigualable locura de tomar tanto vino blanco, todo junto y en una misma tarde-noche.
Entre tanda y tanda había comida. Un excelente servicio con exquisiteces para salir pipon-pipon!
Y arrancamos.
La primera pasada fue de torrontés. Mucha acidez en general. Mucho torrontés amaestrado, contenido, refinado. Amanerado.
Sobrevuela una pregunta:  hacia dónde ira la vinificación de la única cepa Argentina 100 %. Algunos decían que parecían Sauvignon Blanc. Yo personalmente me pregunto dónde ha quedado ese espíritu indómito del torrontés, esa nota un poco salvaje, áspera, incómoda. Donde está la uva, los jazmines, ese toque herbáceo?
Todos muy aromáticos, es cierto. Pero frutados, dulzones, hasta un poco empalagosos en nariz. Mucho durazno blanco. Y en boca con la acidez de punta y no mucho más. Cosa rara lo que pasa. Veremos que nos depara el futuro.
De tanto hacerlo educado y presentable, quizás nos estemos perdiendo mucho de lo que el indómito torrontés tiene para dar. Son visiones personales, sepan disculpar la opinión.
Para corroborar mis dichos anteriores ganó la pasada un torrontés diferente. Presentado en la degustación, se alzó con las preferencias de todos El Esteco 1945 Old Vines 2015. Con toques minerales, fresco, herbáceo, muy aromático y rico. Qué más pedirle. Me llamaron la atención el Aldebarán 2013 que no conocía y me pareció que tiene una muy interesante relación entra la calidad y el precio. Mi preferido no figuró entre los elegidos, pero refiero al Petite Fleur 2014, que no se suelta tanto en nariz, pero que tiene una boca riquísima, que llena, es frutal, tiene toques florales y una acidez preciosa,
Los ganadores fueron:


Con los Sauvignon Blanc en cambio la sensación fue completamente la contraria. Me gustó la energía, lo ricas y complejas que resultaron casi todas las muestras. Si el futuro del torrontés parece incierto, el de la Reina del Acido está bastante claro. Con una personalidad bien definida, frutal y compleja, nuestros Sauvignon Blancs tienen una identidad definida. Otro mundo en comparación con los extranjeros, pero reconocibles, y eso está bueno a la hora de elegir una botella.
Muy buena ésta entrada, de la que resultó elegido el crédito local. Los marplatenses aplaudieron de pie la elección del Costa y Pampa Sauvignon Blanc 2016, fino, delicado, con aromas a pomelo amarillo y toques minerales. Un poco de ruda y mucho para disfrutar. La presencia del enólogo Ezequiel Ortego le dió un marco más emocionante a la elección. A mi también me gustó, así como el B Crux de Bodega Fournier que me pareció increíble fresco, complejo. Frutado pero con espíritu. Herbáceo pero refinado. Excelente. El Relator en tercer lugar viene a confirmar la buena perfomance de un vino que viene teniendo una muy buena recepción.
Los demás elegidos fueron:


El festival se dió en la tercera entrada. Cepas varias. Varias y muy variadas sensaciones. Vinos de alta gama blancos de diferentes características. Un viaje al mundo sensorial del vino blanco que pocas veces uno tiene oportunidad de realizar. Pinot Grigios mezclados con Viogniers y Semillones. Blends de blancas. Vinos tradicionales mezclados con nuevas experiencias de modernos emprendedores. Genial.
De alguna manera creo que fue un poco injusto elegir el mejor de ésta tirada porque estábamos comparando cosas que eran incomparables o por lo menos muy diferentes. Un semillón tiene sus características y un viognier otras. Había algún Gewürtztraminer y algún blanc de noir de Pinot Noir... Pienso en Silvio Soldán, y afirmo que deberían haber ido todos a la final porque cada uno me pareció muy interesante  a su modo.
Para intentar ordenar mis pensamientos les cuento qué me pareció de acuerdo a cada una de las cepas:
Había tres Pinot Griogios. Me gustó el de Bodega Cuarto Dominio, se llama Tolentino y es del 2016.
De los Semillones me gustó el Humberto Canale Estate 2014.
Destaco el Riesling de Humberto Canale, un blanco que me encanta y ahora encontré a ciegas.
El Barroco Viognier 2012, un vinazo al que parecen no pasarle los años y el extraño y de moda Geisha de Jade de Ver Sacrum, blend de dos cepas para mi desconocidas y que destaqué por sus aromas a banana, mango, vainilla y melón y sobre todo su frescura. Si pueden pruébenlo, está bueno.
Además, genial el Gewürztraminer de Fuego Blanco, otro mundo también.
El blanc de noir de Pinot Noir de Aniello es imperdible. Se llama Aniello 006 Blanco de Pinot Noir 2016. Si lo encuentran no lo duden!
De todas maneras los vinos elegidos fueron unas bombas fenomenales a las que habrá que entrarles sin dudar. ellos fueron:



Sobre los Chardonnay hay que destacar el perfil más fresco y frutado que van tomando. Ya no son tan mantecosos e intensos. Está buena la nueva dirección que van tomando. Son un clásico de los blancos y viene bien una renovación. Hubo dos entradas y salieron algunos destacados. Me gustó mucho el Del Fin del Mundo Reserva 2012 por ser al mismo tiempo áspero, fresco y untuoso, muy bueno.
El Animal 2014 por su frescura y sus aromas a maracuyá.
Pulenta Estate 2015, una ricura de vino de la primera tanda.
De la segunda, ojo al Bodega Flichman Paisajes de Tupungato 2012, una bomba!
Dos entradas de Chardonnay que arrojaron éstos ganadores:




Al final tomamos cinco vinos dulces. La verdad es que no le encuentro la gracia a los cosecha tardía ni a los dulces naturales. Sepan disculpar mi desconocimiento o ignorancia, pero me parece que se quedan en el medio, en un lugar que no son ni chicha ni limonada. No al ñudo entre cinco muestras, ganó por lejos y aclamación el único con características evidentemente diferenciales de vino dulce. Aplauso para el Terrazas de los Andes Single Vineyard Petit Manseng. Una ricura.



Terminamos con alegría y felicidad. Me llevé para casa la copa, las anotaciones y dos vinos que me gané en sendos sorteos. El Montchenot blanco lo estoy degustando mientras escribo éstas líneas. El Costa y Pampa firmado por el enólogo lo guardé en el ropero y será abierto en su ocasión.
Esto fué único y no queda más que felicitar a don José Miranda y la banda enológica marplatense por cranear éste tipo de locos encuentros con el vino. Esos que siempre recordaremos. Aplausos para el vino blanco, que es la otra cara de la moneda y no da para perdérsela!
Las fotos ilustrativas fueron extraídas del blog Wine MDQ, culpable de toda ésta locura. Dejo el link para mayor información.
http://winemdq.blogspot.com.ar/2016/11/ganadores-winemdq-tasting-de-vinos.html


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