La primer parada del segundo día de viaje por San Rafael nos hizo re-descubrir la excelencia de los vinos de Alfredo Roca y reafirmar que la alta gama tiene un lugar importantísimo en el Oasis Sur.
Hay algo que pasa cuando uno visita bodegas, que es que de alguna manera todas son similares. Todas tienen su lagar, sus tanques de fermentación, sus piletas y barricas. Todas tienen su lugar donde embotellan y etiquetan...
Pero cada una es un mundo diferente, lleno de pequeños detalles e historias para descubrir y maravillarse, y la historia de Bodega Alfredo Roca también lo es.
Alfredo Roca es enólogo. Cuarta generación de productores de uva en San Rafael, que luego de tener un trabajo destacado en algunas bodegas enormes del Oasis Sur, pudo fundar la suya propia en 1976, en un edificio de 1905 en las afueras de San Rafael y apuntando a producir vinos de alta gama. Toda una apuesta en ese año y en ese lugar del mundo.
La apuesta le salió muy bien y edificó una empresa familiar, a la que continúan dirigiendo en la actualidad sus hijos Alejandro (como presidente de la compañía y gran participación en enología) y sus hermanas Carolina en la parte de administración y exportaciones y Graciela encargada de la parte de negocios.
Toda su producción, de unos 800.000 litros anuales, es fruto de vides provenientes de tres fincas propias. Dos ubicadas en Cuadro Nacional y una en el distrito Ciudad, totalizando un poco más de 100 has. implantadas. De ese total exportan alrededor del 70 % y el resto queda en el pais para nuestro disfrute.
Agradecidos enormemente por el muy buen recibimiento y la experiencia de pasar casi medio día dentro de la bodega. Conociendo las instalaciones. Haciendo una muy buena degustación guiada por el enólogo de la bodega, José Rubiales. Y finalmente disfrutando un almuerzo por pasos maridados con vinos de la casa que nos dejaron una huella imborrable. Excelente calidad los vinos de Bodega Alfredo Roca.
Probamos muchos vinos, así que vamos de a poco contándolos. No están en el orden que los degustamos, más bien los separé por líneas.
Tuvimos el privilegio de probar los vinos de la nueva línea "Parcelas Originales" próxima a salir al mercado. Todas tienen una cuidada etiqueta con predominancia de azules y un diseño que recuerda a los precursores de la vitivinicultura. Las tres etiquetas vienen en botella borgoña y se especializan en cepas tradicionales de sus ancestros italianos y un vino al estilo clásico de la zona.
El primero que probamos fue el Alfredo Roca Parcelas Originales Glera 2018 (cepa con la que se produce el conocido Prosecco italiano). Es un vino muy clarito, casi transparente. Con recuerdos muy austeros de frutas blancas y un tono mineral intenso. En boca entra directo y punzante con una acidez refrescante. Tiene una agujita apenas perceptible que le da una vitalidad importante. Se toma muy fácil y deja un buen recuerdo.
Degustamos también el Alfredo Roca Parcelas Originales Tinto de Parcela 2017 que es un blend de Malbec y Cabernet Sauvignon. Con recuerdos muy intensos a frutas rojas y una frescura, como mentolada muy interesante. En boca elegante, acariciador, muy correcto y jugoso. Se siente una untuosidad como láctica y un apenitas de té negro. Un vino al estilo clásico muy tomable.
Finalmente disfrutamos del Alfredo Roca Parcelas Originales Sangiovese 2017. Tinto fresco y frutado. Agradable, tomable, con recuerdos a frutillas y toques terrosos. Muy rico vino con una concentración baja, pero gran intensidad de sabor. Buena expresión frutal en nariz y un riquísimo paso por boca. Agradable y refrescante.
De la línea Nuri pudimos degustar dos:
El Nuri Rosado. Tiene tintes rosaditos como a cáscara de cebollas, pero en realidad es un blanc de noir de Malbec. Es un vino con recuerdos a ciruelas bien verdes y tintes entre florales (como a rosas quizás) y herbáceos. En boca es un vino delicado y fino. con una entrada dulzona y una acidez fresca. Es una delicadeza también su botella cuadrada que semeja a un perfume. Una perlita de vino rosado en época de rosados de alta gama, para tener muy en cuenta.
De la misma línea terminamos el almuerzo con el Nuri Rosé Pinot Noir Brut Nature. Un espumante con intensos aromas a frutillas y a frutos secos. Algunas levaduras dan vuelta por ahí, pero su carácter es más frutal. En boca es delicado, impecable, fresco y muy tomable.
También fuimos testigos del cambio de imagen de la línea Fincas. Con una nueva etiqueta más sobria y diferenciándose claramente de las demás. Blanca y con el escudo de la bodega en un color bermellón furioso.
Con nueva vestimenta tomamos algunos vinos bastante conocidos por mi.
En principio, el Alfredo Roca Fincas Tocai 2018. Vino muy aromático a duraznos, peras y toques como a cáscara de naranja. En boca muy frutado, más bien a ananás con una muy buena estructura y una untuosidad acariciadora. Rica acidez fresca, viva, frutal. Muy buen blanco que da para degustar todo el verano que se avecina.
De la misma línea probamos el Alfredo Roca Fincas Pinot Noir 2017 (con la etiqueta antigua). Un vino fresco con aromas a frutillas. Carácter eminentemente frutado con algún recuerdo apenas perceptible de un tono como herbáceo. Elegante, acariciador. Delicado. Muy bueno.
Finalmente de la línea Reserva de Familia probamos tres etiquetas y una sorpresa:
Alfredo Roca Reserva de Familia Tempranillo 2015: Oscuro en copa. Excelente expresión aromática fresca, como mentolada acompañada por una fruta negra, quizás higos, pero frescos también. Se nota el paso por madera en toquecitos lácticos como a chocolate. En boca buena acidez y una estructura importante. Buen paso, elegante por boca, con la persistencia esperada y un final fresco y delicioso.
Alfredo Roca Reserva de Familia Malbec 2014: Carácter frutal, como a ciruelas muy intenso. Conserva esa delicadeza y tanino dulzón, fresco de todos los vinos de la casa. Es un vino suave, como aterciopelado. En épocas de vinos eléctricos y nerviosos, qué mejor que dejarse llevar por la apacible delicadeza de un buen Malbec sanrafaelino de alta gama.
Alfredo Roca Reserva de Familia Pinot Noir 2015: Desde hace unos años ( en que hicimos una cata a ciegas de Pinot Noir con los amigos Digame Sommelier), lo considero entre los cinco mejores exponentes de la cepa del pais. Un vino con un color excelente y vivo. En nariz frutado a frutillas intensas y un tono terroso interesante. Acompaña un toque como a canela y un apenitas de cierto tono "salvaje", como herbáceo, pero apenas presente. Muy bueno en boca. Delicadeza extrema. Buen tanino presente. Acidez fresca y en punta pero elegante y refrescante. Largo y frutado. Un final perfecto para acompañar la charla o propuestas gastronómicas diferentes. Aplausos para un gran vino que le recomiendo fervientemente a todos los amantes de la cepa. Imperdible! (la foto agregada es la "institucional" de la bodega porque extrañamente no quedó registro durante el almuerzo)
Finalmente, y ante la referencia a que don Alfredo tiene su preferencia por la cepa Merlot, y ante la insistencia de la parte "merlotera" de la delegación, la gente de la bodega tuvo la cortesía y amabilidad de hacernos probar un Merlot sin etiquetar que seguramente irá a parar a la línea Reserva de Familia. Es un vino intenso. Con aromas florales muy presentes. Con una fruta roja en punta. Muy concentrado y musculoso aún. Como que le falta un tiempo todavía para domar todo el ímpetu que conserva. En boca tánico y fresco. Muy láctico y con una estructura firme y persistente. Será dentro de unos años un vinazo excepcional. Habrá que esperarlo.
Era pasado el mediodía cuando salimos con una felicidad que nos colmaba. Agradecimiento especial a Carolina Roca que se hizo un ratito para pasar a saludarnos y cruzar unas palabras sobre el presente de la bodega. A José Rubiales por aguantar nuestra lluvia de preguntas durante todo el almuerzo y por ayudar a desasnarnos en unos cuantos puntos oscuros de nuestro conocimiento. Y a Maria Elena Diomede que nos hizo la visita guiada del principio por la bodega. Excelente el servicio y la comida del cheff. Una experiencia muy recomendable para todo enófilo que se de una vuelta por San Rafael.
Volvimos con la certeza de que los vinos de Alfredo Roca tienen una calidad superior. Una delicadeza y elegancia particulares y una prolijidad y presentación sin fallas que los hacen únicos.
CONTINUARÁ...
Hay algo que pasa cuando uno visita bodegas, que es que de alguna manera todas son similares. Todas tienen su lagar, sus tanques de fermentación, sus piletas y barricas. Todas tienen su lugar donde embotellan y etiquetan...
Pero cada una es un mundo diferente, lleno de pequeños detalles e historias para descubrir y maravillarse, y la historia de Bodega Alfredo Roca también lo es.
Alfredo Roca es enólogo. Cuarta generación de productores de uva en San Rafael, que luego de tener un trabajo destacado en algunas bodegas enormes del Oasis Sur, pudo fundar la suya propia en 1976, en un edificio de 1905 en las afueras de San Rafael y apuntando a producir vinos de alta gama. Toda una apuesta en ese año y en ese lugar del mundo.
La apuesta le salió muy bien y edificó una empresa familiar, a la que continúan dirigiendo en la actualidad sus hijos Alejandro (como presidente de la compañía y gran participación en enología) y sus hermanas Carolina en la parte de administración y exportaciones y Graciela encargada de la parte de negocios.
Toda su producción, de unos 800.000 litros anuales, es fruto de vides provenientes de tres fincas propias. Dos ubicadas en Cuadro Nacional y una en el distrito Ciudad, totalizando un poco más de 100 has. implantadas. De ese total exportan alrededor del 70 % y el resto queda en el pais para nuestro disfrute.
Agradecidos enormemente por el muy buen recibimiento y la experiencia de pasar casi medio día dentro de la bodega. Conociendo las instalaciones. Haciendo una muy buena degustación guiada por el enólogo de la bodega, José Rubiales. Y finalmente disfrutando un almuerzo por pasos maridados con vinos de la casa que nos dejaron una huella imborrable. Excelente calidad los vinos de Bodega Alfredo Roca.
Probamos muchos vinos, así que vamos de a poco contándolos. No están en el orden que los degustamos, más bien los separé por líneas.
Tuvimos el privilegio de probar los vinos de la nueva línea "Parcelas Originales" próxima a salir al mercado. Todas tienen una cuidada etiqueta con predominancia de azules y un diseño que recuerda a los precursores de la vitivinicultura. Las tres etiquetas vienen en botella borgoña y se especializan en cepas tradicionales de sus ancestros italianos y un vino al estilo clásico de la zona.
El primero que probamos fue el Alfredo Roca Parcelas Originales Glera 2018 (cepa con la que se produce el conocido Prosecco italiano). Es un vino muy clarito, casi transparente. Con recuerdos muy austeros de frutas blancas y un tono mineral intenso. En boca entra directo y punzante con una acidez refrescante. Tiene una agujita apenas perceptible que le da una vitalidad importante. Se toma muy fácil y deja un buen recuerdo.
Degustamos también el Alfredo Roca Parcelas Originales Tinto de Parcela 2017 que es un blend de Malbec y Cabernet Sauvignon. Con recuerdos muy intensos a frutas rojas y una frescura, como mentolada muy interesante. En boca elegante, acariciador, muy correcto y jugoso. Se siente una untuosidad como láctica y un apenitas de té negro. Un vino al estilo clásico muy tomable.
Finalmente disfrutamos del Alfredo Roca Parcelas Originales Sangiovese 2017. Tinto fresco y frutado. Agradable, tomable, con recuerdos a frutillas y toques terrosos. Muy rico vino con una concentración baja, pero gran intensidad de sabor. Buena expresión frutal en nariz y un riquísimo paso por boca. Agradable y refrescante.
De la línea Nuri pudimos degustar dos:
El Nuri Rosado. Tiene tintes rosaditos como a cáscara de cebollas, pero en realidad es un blanc de noir de Malbec. Es un vino con recuerdos a ciruelas bien verdes y tintes entre florales (como a rosas quizás) y herbáceos. En boca es un vino delicado y fino. con una entrada dulzona y una acidez fresca. Es una delicadeza también su botella cuadrada que semeja a un perfume. Una perlita de vino rosado en época de rosados de alta gama, para tener muy en cuenta.
De la misma línea terminamos el almuerzo con el Nuri Rosé Pinot Noir Brut Nature. Un espumante con intensos aromas a frutillas y a frutos secos. Algunas levaduras dan vuelta por ahí, pero su carácter es más frutal. En boca es delicado, impecable, fresco y muy tomable.
También fuimos testigos del cambio de imagen de la línea Fincas. Con una nueva etiqueta más sobria y diferenciándose claramente de las demás. Blanca y con el escudo de la bodega en un color bermellón furioso.
Con nueva vestimenta tomamos algunos vinos bastante conocidos por mi.
En principio, el Alfredo Roca Fincas Tocai 2018. Vino muy aromático a duraznos, peras y toques como a cáscara de naranja. En boca muy frutado, más bien a ananás con una muy buena estructura y una untuosidad acariciadora. Rica acidez fresca, viva, frutal. Muy buen blanco que da para degustar todo el verano que se avecina.
De la misma línea probamos el Alfredo Roca Fincas Pinot Noir 2017 (con la etiqueta antigua). Un vino fresco con aromas a frutillas. Carácter eminentemente frutado con algún recuerdo apenas perceptible de un tono como herbáceo. Elegante, acariciador. Delicado. Muy bueno.
Finalmente de la línea Reserva de Familia probamos tres etiquetas y una sorpresa:
Alfredo Roca Reserva de Familia Tempranillo 2015: Oscuro en copa. Excelente expresión aromática fresca, como mentolada acompañada por una fruta negra, quizás higos, pero frescos también. Se nota el paso por madera en toquecitos lácticos como a chocolate. En boca buena acidez y una estructura importante. Buen paso, elegante por boca, con la persistencia esperada y un final fresco y delicioso.
Alfredo Roca Reserva de Familia Malbec 2014: Carácter frutal, como a ciruelas muy intenso. Conserva esa delicadeza y tanino dulzón, fresco de todos los vinos de la casa. Es un vino suave, como aterciopelado. En épocas de vinos eléctricos y nerviosos, qué mejor que dejarse llevar por la apacible delicadeza de un buen Malbec sanrafaelino de alta gama.
Alfredo Roca Reserva de Familia Pinot Noir 2015: Desde hace unos años ( en que hicimos una cata a ciegas de Pinot Noir con los amigos Digame Sommelier), lo considero entre los cinco mejores exponentes de la cepa del pais. Un vino con un color excelente y vivo. En nariz frutado a frutillas intensas y un tono terroso interesante. Acompaña un toque como a canela y un apenitas de cierto tono "salvaje", como herbáceo, pero apenas presente. Muy bueno en boca. Delicadeza extrema. Buen tanino presente. Acidez fresca y en punta pero elegante y refrescante. Largo y frutado. Un final perfecto para acompañar la charla o propuestas gastronómicas diferentes. Aplausos para un gran vino que le recomiendo fervientemente a todos los amantes de la cepa. Imperdible! (la foto agregada es la "institucional" de la bodega porque extrañamente no quedó registro durante el almuerzo)
Finalmente, y ante la referencia a que don Alfredo tiene su preferencia por la cepa Merlot, y ante la insistencia de la parte "merlotera" de la delegación, la gente de la bodega tuvo la cortesía y amabilidad de hacernos probar un Merlot sin etiquetar que seguramente irá a parar a la línea Reserva de Familia. Es un vino intenso. Con aromas florales muy presentes. Con una fruta roja en punta. Muy concentrado y musculoso aún. Como que le falta un tiempo todavía para domar todo el ímpetu que conserva. En boca tánico y fresco. Muy láctico y con una estructura firme y persistente. Será dentro de unos años un vinazo excepcional. Habrá que esperarlo.
Era pasado el mediodía cuando salimos con una felicidad que nos colmaba. Agradecimiento especial a Carolina Roca que se hizo un ratito para pasar a saludarnos y cruzar unas palabras sobre el presente de la bodega. A José Rubiales por aguantar nuestra lluvia de preguntas durante todo el almuerzo y por ayudar a desasnarnos en unos cuantos puntos oscuros de nuestro conocimiento. Y a Maria Elena Diomede que nos hizo la visita guiada del principio por la bodega. Excelente el servicio y la comida del cheff. Una experiencia muy recomendable para todo enófilo que se de una vuelta por San Rafael.
Volvimos con la certeza de que los vinos de Alfredo Roca tienen una calidad superior. Una delicadeza y elegancia particulares y una prolijidad y presentación sin fallas que los hacen únicos.
CONTINUARÁ...
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