Señor que va al asado. Hoy vamos a dar un salto de categoría. En una de esas quiere o tiene ganas o se siente obligado a gastar un peso más a la hora de acercar una botella a la mesa. Hoy vamos a intentar a ver qué pasa cuando nos acercamos a la categoría de hasta 90 pesos.
Es viernes y como siempre voy al super en busca de nuevas botellas que descubrir. Esta vez se me ocurrió encarar dos de los llamados blends o cortes. A éstos algunos le llaman Bivarietales. O vinos hechos de dos cepas diferentes.
La multitud está espectante. Los contendientes se miran feo. La tribuna ruge de ansias de saber quién saldrá victorioso de la lucha. Yo creo que vamos a tener algunas cosas interesantes qué hablar en ésta tarde de viernes.
Por qué blends? Porque en los cortes muchas veces se encuentra mayor complejidad que en los varietales. Porque está bueno investigar qué es lo que hacen algunas bodegas en éstas líneas y porque sí.
Hoy volvemos a tener un sanjuanino en el cuadrilátero. Es de una bodega que arremetió con todo hace unos años y se hizo representante de la nueva vitivinicultura sanjuanina. En el rincón azul, habiendo pagado 84 pesos en el super funense, con ustedes señoras y señores el Callia Alta Shiraz Malbec 2016. (discúlpenme señores de la bodega, pero ya no me cayó bien usar Shiraz y no Syrah. Que se yo, cosas de gustos...).
En la esquina roja, de una bodega tradicional mendocina. el Benjamín Nieto Senetiner Blend Malbec Bonarda. Costó 87 pesos.
Ninguno de los dos especifica los porcentajes de cada uva en el corte.
Arrancamos entonces.
Es llamativo cómo se parecen en la copa. Otras veces las diferencias son más llamativas. Hoy son casi iguales. No mucha concentración. Rojo brillante con tintes violáceos. Casi igualitos.
En nariz empiezo con el Benjamín es bastante frutado, poco aromático, más bien fresco y viva. A ciruelas y cerezas muy frescas, casi verdes. Un poquitín herbáceo, como a pasto pero bastante agradable.
El Callia es más dulce. Como a mermeladas de frutillas y madera. Mucha madera. Toques apenitas especiados, casi nada.
Los tomamos:
El Benjamin entra fresco, frutadito, con una acidez bastante punzante. Poco cuerpo, pasa directo, deja una especie de picor. Tiene un tanino suave. Le siento una puntita apenas carbónica. Creo que es demasiado jóven.
El Callia es más untuoso, se vuelve a sentir la madera y deja un regusto un poco dulzón. No es áspero para nada. Creo que se les fue un poco la mano con el maderazo.
Conclusiones.
No me gustó ninguno de los dos. El Benjamín me llamó un poco la atención por lo fresco y frutado, es más franco y directo. El sanjuanino es puro artificio de dulzores pasajeros.
Ambos creo que están un poco sobrevaluados.
Señor que va al asado. Por ésta humilde columna han pasado mejores vinos. Pruebe con ellos o con otros que usted conozca.
Para terminar con una canción, busco según mis sentimientos del momento y encuentro esta bella melodía del dúo femenino llamado "Las Alondras" parece que son mexicanas. Su hit se llama "Buscate otra". Los dejo hasta el viernes que viene, ojalá que mejor que hoy. Abrazos.
Es viernes y como siempre voy al super en busca de nuevas botellas que descubrir. Esta vez se me ocurrió encarar dos de los llamados blends o cortes. A éstos algunos le llaman Bivarietales. O vinos hechos de dos cepas diferentes.
La multitud está espectante. Los contendientes se miran feo. La tribuna ruge de ansias de saber quién saldrá victorioso de la lucha. Yo creo que vamos a tener algunas cosas interesantes qué hablar en ésta tarde de viernes.
Por qué blends? Porque en los cortes muchas veces se encuentra mayor complejidad que en los varietales. Porque está bueno investigar qué es lo que hacen algunas bodegas en éstas líneas y porque sí.
Hoy volvemos a tener un sanjuanino en el cuadrilátero. Es de una bodega que arremetió con todo hace unos años y se hizo representante de la nueva vitivinicultura sanjuanina. En el rincón azul, habiendo pagado 84 pesos en el super funense, con ustedes señoras y señores el Callia Alta Shiraz Malbec 2016. (discúlpenme señores de la bodega, pero ya no me cayó bien usar Shiraz y no Syrah. Que se yo, cosas de gustos...).
En la esquina roja, de una bodega tradicional mendocina. el Benjamín Nieto Senetiner Blend Malbec Bonarda. Costó 87 pesos.
Ninguno de los dos especifica los porcentajes de cada uva en el corte.
Arrancamos entonces.
Es llamativo cómo se parecen en la copa. Otras veces las diferencias son más llamativas. Hoy son casi iguales. No mucha concentración. Rojo brillante con tintes violáceos. Casi igualitos.
En nariz empiezo con el Benjamín es bastante frutado, poco aromático, más bien fresco y viva. A ciruelas y cerezas muy frescas, casi verdes. Un poquitín herbáceo, como a pasto pero bastante agradable.
El Callia es más dulce. Como a mermeladas de frutillas y madera. Mucha madera. Toques apenitas especiados, casi nada.
Los tomamos:
El Benjamin entra fresco, frutadito, con una acidez bastante punzante. Poco cuerpo, pasa directo, deja una especie de picor. Tiene un tanino suave. Le siento una puntita apenas carbónica. Creo que es demasiado jóven.
El Callia es más untuoso, se vuelve a sentir la madera y deja un regusto un poco dulzón. No es áspero para nada. Creo que se les fue un poco la mano con el maderazo.
Conclusiones.
No me gustó ninguno de los dos. El Benjamín me llamó un poco la atención por lo fresco y frutado, es más franco y directo. El sanjuanino es puro artificio de dulzores pasajeros.
Ambos creo que están un poco sobrevaluados.
Señor que va al asado. Por ésta humilde columna han pasado mejores vinos. Pruebe con ellos o con otros que usted conozca.
Para terminar con una canción, busco según mis sentimientos del momento y encuentro esta bella melodía del dúo femenino llamado "Las Alondras" parece que son mexicanas. Su hit se llama "Buscate otra". Los dejo hasta el viernes que viene, ojalá que mejor que hoy. Abrazos.
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