Trivento en Lo de Granado

Hace bastante que no andaba por el Fisherton Open Chic Mall de enfrente al Aeropuerto de Rosario . Los caminos de las catas me llevaron por otros rumbos. Pero me entero de que se presenta la línea Golden Reserve de Bodega Trivento y me mando, sobre todo porque su Malbec fué uno de los destacados del reciente Desafío Federal Malbec 2017, una de las grandes degustaciones a ciegas que se realizan durante el año en el pais. Resultó primer elegido entre los vinos de rango de precio de 160 a 360 pesos.

Así que para certificar o rectificar mi opinión sobre ese vino, aprender un poco de la bodega, visitar a los amigos de Lo de Granado, sobre todo a Dana Nuñez compañera de aventuras enológicas con los Digame Sommelier, y sobre todo, porque queda a pasitos de mis casa, es que en éste viernes 25 de agosto de 2017 estoy en Lo de Granado presenciando la presentación de la línea Golden Reserve de Bodega Trivento. Un gran plan.
Dirige la cata don Victor Diamante, experimentado sommelier rosarino y dueño de un estilo muy personal a la hora de hacer su trabajo. Lo recuerdo trabajando en un local de Fisherton con nombre de provincia española donde dirigía las primeras catas a las que concurría hace unos años, cuando todavía no sabía que podría escribir sobre vinos.


Concha y Toro (con perdón de la palabra) es un conglomerado empresarial que se dedica a la producción de vinos con domicilio en el vecino Chile. Es uno de los mayores exportadores mundiales de la bebida. Algo de su ideología se ve cuando uno entra a su página de internet. "Aspiramos a liderar la industria vinícola mundial". No se andan con chiquitas los hermanos chilenos. Además de estar expandido por todo el pais trasandino, Concha y Toro tiene inversiones en el extranjero, por ejemplo en California.
En 1996 éste gigante de la vitivinicultura mundial fundó en la Argentina su filial llamada Trivento. De gran tecnificación y con perfil de exportación, la bodega se encuentra dentro de una de las fincas de su propiedad en el departamento de Maipú, cerca de la capital mendocina, pero con ramificaciones en otros desde Rivadavia en el Norte a San Carlos y Tunuyán en el Valle de Uco.
Gran producción, tecnología y exportación quizás sean las palabras para entender un poco el proyecto.
De lo destinado al consumo interno, la línea Golden Reserve es de las más altas. Con gran cuidado en la cosecha y producción y 12 meses de estiba en barriles de roble,
Es bastante concurrida la cata, estamos cómodos y somos bastantes.


Arrancamos con un Chardonnay 2015 de la línea Golden Reserve. Es un vino que tiene una expresión aromática muy frutal. Mango y maracuyá sobre todo. Frutas tropicales bien frescas y dulces. Toques melosos y algo lácticos. Un espera un Chardonnay de esos muy untuosos y pesados, pero al tomarlo tiene una acidez fresca y una estructura no tan grande. Es punzante, pero meloso. Largo dejando aromas de boca a compota de ananá o duraznos en almíbar, pero refrescante a la vez. Está bueno el blanco, no es común encontrarse con un vino de éste tipo. Me gustó y fué el que volvió conmigo en el asiento del acompañante.

Seguimos con el vino por el que se disparó mi visita. El Trivento Malbec Golden Reserve de 2013 es el que abrimos en ésta noche. El del Desafío Federal era 2014. Aquella vez lo describí como un vino muy concentrado y con mucha preminencia de la madera. Este que abrimos hoy, con un año más de botella, mantiene la concentración que parece ser la marca de la bodega, pero está mucho más integrada la madera. No es demasiado aromático. Le siento fruta roja, como mermelada de ciruelas y un toque de orégano que va apareciendo en tanto se va abriendo. En boca es muy estructurado, llena, pero a la vez es fresco con una acidez presente. Es tomable y con estructura a la vez. Raro en tiempos que los vinos son una cosa o la otra. Bien el Malbec que no me enamoró, pero si llamó la atención.



El siguiente es el Trivento Cabernet Sauvignon Golden Reserve 2013. Me gustó mucho adelanto. Es un vino también muy pesado y untuoso en la copa, dejando una pesada lágrima al caer por el cristal. En nariz huele a frutas rojas frescas. Un poquitín herbáceo. Apenitas el pimiento rojo aparece, pero muy delicadamente. En boca es fresco, disfrutable, amable y redondo. Es un vino que también llena, pero no es pesado. Quizás con menos estructura que el Malbec y más tranquilidad. Un muy buen Cabernet argentino que vale la pena probar.


Seguimos con un blend de la línea anterior a la Golden Reserve. El Amado Sur Blend 2015 de Malbec en mayor proporción acompañado de Bonarda y Syrah. Con seis meses en lugar de doce de madera, se presenta más fácil y directo que los anteriores. Entrada dulzona, fresco paladar. Sin demasiada expresión aromática, pero buena prestación al tomarlo. El público lo recibió con una sonrisa. Es buena opción de vino para paladares menos pretenciosos. Buen vino.

El último de la noche fué una novedad. Un nuevo blend que estará en una línea superior a los Golden Reserve y con elegante etiqueta negra con letras doradas. El Trivento Lejanamente Juntos 2013 es un corte de Malbec y Cabernet Sauvignon con 18 meses de añejamiento en barricas. Tiene "sabor a trampa" dice una señora de la concurrencia dejándose llevar por el nombre. Es más bien especiado, con un poco de aromas a frutas, pero moderado. En boca es untuoso, complejo, seguramente irá ganando con los años dentro de la botella. Un vino de alta gama.


Terminada la cata compartimos con Dana algunas ideas. Coincidimos en que los vinos de Trivento van por la concentración y la preminencia de la madera, pero que al tomarlos también conservan una acidez no esperada al olerlos. Una personalidad que queda en el medio de ciertas posturas antagónicas a la hora de hablar de vinos.

Vuelvo a casa y llego enseguida, eso es bueno.
Algunas fotos son del periodista Fernando Garello extraídas de su perfil de Facebook. Muy buena calidad.
Salud y vamos a seguir por los caminos del vino.

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