Syrah a ciegas con los Digame Sommelier II

Tuvo que pasar más de un mes para que encarara ésta entrada. Tuve que dejar decantar ciertas ideas, pero finalmente entre en ritmo y ahora les voy a contar qué sucedió la noche del sábado 7 de Octubre de 2017 en la residencia de éste humilde comentador de vinos.
Nos debíamos la segunda entrada de Syrah y el tiempo pasaba sin poder juntarnos. Desde el lejano Junio venía la deuda pendiente con la oscura y enigmática cepa

Syrah a ciegas I



Habían quedado algunas botellas de la primera vuelta, pero fuimos un poco más al hueso ésta vez. En un afán totalizador, juntamos 31 etiquetas nuevas para sumar a las ya degustadas y completar unas 60 en total, cosa de tener un panorama bastante globalizador de lo que pasa con la Syrah en Argentina.
Es evidente que han quedado grandes y pequeñas etiquetas fuera de la selección. Es seguro que el lector podrá poner el grito en el cielo sobre alguna ausencia, pero seguro sabrán entender.
Mas que cómo un concurso para elegir el mejor Syrah, nosotros pensamos éstos encuentros como una posibilidad de aprender, discutir, disfrutar y sacar conclusiones. El método de la cata a ciegas es cruel en muchos sentidos. No todos los vinos están en igualdad de condiciones. Aquel vino jóven que se expresa inmediatamente será registrado mejor que uno más complejo que necesita horas para terminar de abrirse y expresarse. Aquél vino corpulento, expresivo pero medio tosco llamará la atención antes que el vino delicado, apaciguado y complejo. Son cosas del vino y ya sabemos que no somos científicos ni nada que se le parezca, apenas un puñado de sommeliers que se juntan por el placer del vino y la compañía.
Igualmente hemos aprendido y sacado algunas conclusiones que irán al final de éste texto, que es donde van las conclusiones de todo texto que se precie de ser serio...
Hay plantel casi completo otra vez. Está el Capitán Kaller, el Sommelier del Pueblo Tomassoni, está la Pitu que inaugura su nuevo emprendimiento llamado Bomart Chocolates, donde hace unas delicias para no perdérselas. Vino Dana, Penelope Glamour (alias Marcela Martinez), con Chiqui,  Sole (de los Bologna Brothers). Está Lola que nos trajo la mejor noticia del año y nos contó que está embarazada! Y la ya esperada y siempre bienvenida presencia del Gran Sensei don Cesar Moreno, acompañado de su esposa Stella. Lamentamos no poder contar con la presencia de Dani por cuestiones personales.
Tuvimos picadita y yo cociné alguna pasta con una salsa basatnte cargada prevista para la ocasión.
Todo estaba preparado entonces:
En esta ocasión inauguramos la sección internacional. Previo a la pasada de los argentinos, hicimos una pequeña cata a ciegas de siete botellas extranjeras como ver qué onda los vinos que se producen fuera de las fronteras argentinas y prepararnos para el tan esperado encuentro enológico.
Arrancamos con los extranjeros y nos fuimos encontrando con una varietalidad bien marcada. Esas notas de manual que estudiamos oportunamente, pero en una situación personal de cada vino y su zona. Un gran ejercicio.


Pasamos de la rica untuosidad fresca del Cetus, uno de los mejores vinos uruguayos de la Bodega Alto la Ballena. Tanino muy redondo, rico vino con aromas a vainillas, cuero, humo y notas florales, con ese paladar tan particular que logran ciertos vinos orientales y su personal uso de la madera americana. Una belleza.
El Casa Silva Syrah a su manera, expresaba tonos mentolados y herbáceos. En boca fresco, con una acidez algo punzante y notas de cuero. Muy bueno el chileno y con su personalidad particular.
Hubo un Californiano, el Doffo Syrah que dice provenir del Valle de Temecula. Busco, es un Valle que queda en el Sur de la parte angloparlante de California. Buen dato y a seguir estudiando el tema. El vino en sí, es bien americano, con muchisima madera, aromas a cuero, mucha mermelada de frutos negros y manteca en boca. Una bomba frutada y concentrada que nos trae la forma estadounidense de traer vinos a la mesa.
Siguiendo nuestro viaje por el mundo vinícola pasamos a Sudáfrica y tomamos un Stellenrust Shiraz. Este es muy interesante aromáticamente. Huele a té negro, pimienta blanca y tomillo. Es especiado, con bastante acidez y un buen final algo amargo. Interesante nariz y no tanto en boca. Otro mundo.
Hubo también otro hermano sudamericano. El Intipalka Valle del Sol Syrah. Con aromas como a grasa y especias. Amargo, pero tomable. No se destacó especialmente, pero no hizo agua.
Finalmente el último fué un Español llamado Premium 50 Barricas Alceño Syrah. Vino jóven, con aromas a frutas frescas. Muy fresco y frutado. Un vino diferente a los degustados con anterioridad, pero bueno.
Sepan los sabihondos que nos dimos cuenta que no hay ningún francés ni australiano. La producción no dió, pero deberán reconocer que hicimos una linda selección. Si alguno consigue etiquetas de esas procedencias no duden en invitar, ahí estaremos!
Pasado el momento internacional hicimos un corte con un vino que está buenísimo. El Corte 279 Miguel Brascó de Bodegas Lopez es una exquisitez de evolución a la manera de Lopez y una grandiosa oportunidad de recordar al que abrió un enorme camino para todos aquellos que nos gusta hablar, escribir y comunicar el vino y de paso ver qué lugar ocupó nuestra querida Syrah en éste corte clásico de la más clásica de las bodegas argentinas.


Y después vinieron los Syrah Argentinos. Fueron unos 25 a ciegas. De los más accesibles a los más elevados. De Salta a la Patagonia. De Mendoza a San Luis y hasta Entre Rios. Enorme paleta, diversidad, cada uno con su personalidad. Algunos pasaron la vara, otros no tanto. Sobre todo, otra vez nos damos con que aparte de la cepa, el lugar y la forma de vinificación producen vinos muy diferentes y hasta casi imposibles de comparar.
Pero como nos gusta puntuar y elegir, elegimos nuestros favoritos. Esto fue nuestro dictámen coral de una noche de sábado de septiembre en la vecina localidad de Funes.


Y nuestro favorito fue el Luca Laborde Double Select Syrah 2012. Un vino al que todos definimos como untuoso, de tanino bien redondo, rico, con un cuerpo muy bueno pero con una frescura atrapante. Excelente ejemplo de la cepa con sus aromas de frutos negros bien maduros, algo así como mermelada de higos y cuero, toques mentolados y una larguísimo y rico final. Muy tomable a pesar de su músculo y respetando la varietalidad a pesar de la evidente y extensa utilización de la barrica de roble para redondearlo.
Aplauso, beso y medalla para éste vinazo producto de Luca Winery que nos hace desear tener siempre los muchos pesos que sale cada botella.
Después hicimos una pasada a ciegas nuevamente con el ganador de la primera etapa, el Penedo Borges Reserva Shiraz y se la banco firme en su posición de favorito de todos. Doble felicitación entonces...


El segundo elegido de la noche es otro ejemplo de lo que algunos caracterizados personajes de las redes sociales vinculadas al vino denominan "team maderita". Es decir otro de esos vinos en el que la utilización de la barrica de roble es esencial para lograr el resultado final. No es que se tape la fruta, sino que conviven en un concentrado resultado que a muchos les/nos gusta.
Hablo de Terrazas de los Andes Reserva Syrah 2013. Concentrado, dulzón muy redondo en boca, con final bien amargo y dulce. Es en boca donde mejor se comporta. Al olerlo tiene aromas especiados y tonos mentolados. Todos indefectiblemente escribimos "rico" al describirlo. Eso es al fín de cuentas, un muy rico vino.


Sorpresa y media para el tercer lugar. Excelente relación entre el precio y la calidad. Un vino con aromas a clavo de olor, alcanfor y tomillo. Con recuerdo como de carne y cuero y una muy buena experiencia en boca. Entrada bien dulce, gran estructura, quizás un poco corto en relación a los demás, pero muy tomable, con una acidez muy bien puesta y recuerdos como mantecosos que lo hacen más "masticable". El vino está buenísimo, es la perlita de oferta si usted quiere entrarle a un varietal a no demasiado precio. Aplauso para el tercero, que es el de mejor relación con el bolsillo.


El cuarto es un clásico que nunca falta en éstas catas a ciegas. La Bodega Catena Zapata fue parte de la refundación de la enología argentina en los noventa y ahora es ya un clásico con etiquetas que siempre cumplen a la hora de los bifes. Concretamente en cuarto puesto se colocó el DV Catena Syrah-Syrah 2012 (en esa particular forma de nombrar a los blends de varietales que tiene la casa). Es un vino oscuro y pesado en la copa. Expresa el lado más "carnico" de la cepa. Tiene aromas a cuero, carne, toques como ferrosos. Y un poco especiado también, como a orégano. Alguien dice que parece algo así como un estofado, pero bien. En boca es pesado y algo tánico, pero con una acidez amable y tomable. Equilibrio, sin grandes estridencias y respetando la varietalidad, algo así como es la bodega.


El quinto es una de las víctimas de la crueldad de las catas a ciegas. El Monteagrelo Bressia Syrah 2014 pasó bien, de hecho quedó quinto en el conteo final, pero con el paso del tiempo fue abriéndose y desarrollando aromas y aplacando al alcohol y resultó un vinazo que si lo hubiesemos decantado creo que lo habriamos elegido más arriba. De todas maneras es de destacar su carácter especiado, con aromas bien marcados a tomillo y pimienta, acompañado con el tono ferroso y de cuero. Y con una entrada muy dulce y rica en boca y una acidez redonda. Muy largo y exquisito. Recomendable y fino vino de una bodega que siempre cumple también. Eso si, déjenlo abrir un rato, no se van a arrepentir.


Sexto lugar para el La Espera Reserva Syrah 2014 de Bodega Fuckenhausen. Rica nariz, mentolada y después con aromas a aucaliptus. Especias también. Muy aromático y fresco. En boca rico, de buen tanino pero redondeado, un poco amargo y sabroso, recordando el chocolate amargo. Buena relación con la madera y un correcto final. Buen vino para tener en cuenta.


Y si de tener en cuenta hablamos, tenga en cuenta el Viñas Puntanas Syrah 2016. Desde San Luis ha venido otra sorpresa fresca y frutada. Con aromas a clavo de olor y arándanos bien frescos. Todo con un fondo como terroso. Y se toma fácil, rico, disfrutable. Un muy buen vino para esas ocasiones en las que no hay que pensar demasiado, solo disfrutar. Y si para colmo tiene el moderado precio que tiene, a no dudarlo. Aplauso para la sorpresa puntana de la noche.


Como para terminar de completar la decena de destacados, finalmente nombrar al siempre rendidor Tomero Reserva Syrah dulzón, rico y mantecoso, al Decero Syrah 2011, que estaba muy bien evolucionado, pero que esa misma evolución le quitaba varietalidad y al Trapiche Reserva 2014, porque es un vinazo que siempre cumple.

Nos quedamos charlando y departiendo. Para acompañar el riquísimo helado de Chardonnay preparado por las manos mágicas de la Pitu abrimos una pequeña botellita que mi querida madre trajo en su valija de su reciente viaje a Bucarest. Si, nos chantamos un riquísimo Tokaji Húngaro de 6 Puttonyos de cosecha 2000, fino, evolucionado, con aromas a duraznos y damasco en compota, que explotaban en la boca en relación con el helado. Fresquísimo y tranquilo.


Y entonces arribamos al momento de las conclusiones que, van por cuenta personal.
Tengo la impresión después de haber catado casi 60 muestras de Syrah Argentino, que los mejores exponentes están escondidos detrás de un enorme trabajo con la madera. Que es difícil encontrar varietales frescos, frutados, más tomables. Que es cierto que todos los elegidos me gustaron muchísimo y son grandes vinos (con el precio que tienen como para que no lo fueran...). Y más me pasa al haber comparado con algunos poquísimos ejemplares extranjeros y ver cómo trabajaron la Syrah en otras latitudes.
Detalles técnicos de lo antedicho no tengo, incluso es más una sensación. Pero como de transmitir sensaciones se trata ésto, digo que a la hora de probar un varietal Syrah, más vale que se gaste unos buenos pesos en una pesada botella de alta gama y no intente demasiado por la base de la góndola, salvo dignísimas excepciones, porque seguramente se terminará llevando un chasco y prefiriendo comprar la próxima ese Malbec que tanto le gusta.
Por otro lado, empezar a repensar el método de cata a ciegas que resulta cruel con cierto tipo de vinos y que puede ser justo en algunas ocasiones, pero en otras difícil de manejar ante lo diferente de ciertas etiquetas y sus búsquedas. La seguiremos.
Saludos a todos muy atentamente, especialmente a mis amigos de Digame Sommelier que tan bien me hacen cada vez que los veo.

Salud.

Dejo el link al proyecto de la Pitu, para todos aquellos que quieran darse o regalar un gusto dulce, no duden en llamarla que hace magia! BOM ART CHOCOLATES

Besos a todos.

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