Hoy un poco más tarde por cuestiones familiares, sale el segundo desafío del concurso del que habla todo el mundo del vino. Hoy desde la vecina localidad de Funes, nos encontramos para desentrañar los misterios que contienen dos botellas provenientes de lugares diferentes, hechas con uvas diferentes, pero que mantienen el mismo atractivo entre el consumidor de vinos. Ambos son entrada a la línea media, con un precio más que accesible y una cierta calidad para el que lo busca. Ambos son exponentes de vitiviniculturas extrañas a Mendoza y ambos suelen aparecer bastante seguido en reuniones de amigos, asados, cumpleaños y tantos otros momentos de encuentro.
Señoras y Señores del vino, hoy el challenge va a estar muy peleado.
En la esquina roja, proveniente de San Patricio del Chañar en la provincia de Neuquen, nacido de las entrañas de la Bodega del Fin del Mundo, fuerte como el árbol que aguanta el contínuo viento patagónico, con nosotros el Ventus Merlot, Malbec, Cabernet Sauvignon 2016! Lo compre en el super al módico precio de 72 pesos la botella.
En la esquina azul, Nacido en San Juan, donde el Zonda es rey, producto de la Bodega Finca las Moras, un varietal de Malbec, el Alma Mora 2016! Lo pagué 78 pesos en el mismo supermercado.
Entonces tenemos dos botellas a menos de 80 pesos. Quizàs dos productos pensados para el público jóven, o que recién se inicia en el mundo del vino. O que quizás solo quieren tomarse un rico vino a no demasiado precio.
Vamos a ver que nos deparan:
Aclaración previa para los entendidos: Soy plenamente consciente que se tratan de un varietal y de un corte, con las diferencias que ello implica. Que ambos son de dos zonas vinícolas completamente distintas y que quizás tengan más diferencias que similitudes a priori. El que estén juntos en éste momento se debe a que según mi opinión o experiencia, ambos comparten un cierto "target" parecido. Es decir, comparten público. Es mi humilde visión, sepan disculpar si me equivoco.
Continuando con éste emocionante encuentro, los vemos en color bastante parecidos. No muy concentrados, más bien bastante vistosos y brillantes, El Alma Mora con el violáceo característico del Malbec. El ventus más bien rojizo. Lindos en copa ambos.
Vamos a la nariz.
El Ventus es un poco apocado. No muy expresivo, pero dejàndolo abrir deja entrever unas frutas rojas, como frutillas, muy frescas. Ademàs de cierto toque herbáceo, un poco "salvaje" digamosle. Ha sido intervenido con maderas alternativas, pero su presencia no es demasiado evidente, apenas unos toques tostados o a vainilla. Buen aroma pero un poco apagado.
El Alma Mora por su parte es mucho más expresivo. A ciruelas maduras, a mermelada. Bien frutado y bastante dulzón y directo. Amable y llamativo en nariz. También se siente la madera, pero más como "olor a madera". A su modo es más directo y tosco.
En boca el Ventus es franco, fresco, frutado. Con una acidez presente pero para nada molesta. Tiene su buena presencia. No mucha estructura, pero disfrutable y tomable.
El Alma Mora tiene una entrada mucho más dulce, pero a la vez una acidez más pronunciada. Tiene su estructura, pero se desinfla al poco tiempo. Raspa un poco con la tanicidad.
Conclusiones:
Los dos andan bien. No les eche soda. Son buenos vinos!
Personalmente me gustó más el Ventus. Su carácter más fino, pero a la vez más complejo me gustó. El Alma Mora me pareció hecho para el impacto inicial. Muy aromático, muy dulzon al entrar en boca, pero que genera sensaciones pasajeras. Es mi modo de ver. Quizás a algunos les guste más el impacto. A otros les gustará más la tomabilidad y lo amable. Gusto son gustos dijo el santiagueño...
Señor que va a la reunión: Con ninguno de los dos le va a errar y son vinos de menos de 80 pesos! El Alma Mora va a gustar por lo dulce. El Ventus por lo frutado. Vea usted, yo me quedo con el Patagónico!
Y como éste blog se trata de aprender y los vientos del sur soplan allá en Neuquen, me acuerdo de un tema. Himno hippie de mi adolescencia y de la de muchos otros. Hoy escuchamos Aprendizaje de Sui Generis, dándome cuenta de que las cosas con el paso del tiempo no fueron muy diferentes a cómo las imaginaba y de que esa manía de no visitar al peluquero en tiempo y forma no se me va con los años, lo que explica mi evidente falta de formalidad y cortesía. A mi favor está que la sociedad no se deja querer tan fácil. Para todos los que llevamos todavía un pequeño hippie dentro, y para mi compañera de viaje y nuestra nenita, va éste temazo lleno de preconceptos y lindas imágenes.
Será hasta el viernes que viene con otro challenge. Nos vemos, ea ea ea pepe!
Señoras y Señores del vino, hoy el challenge va a estar muy peleado.
En la esquina roja, proveniente de San Patricio del Chañar en la provincia de Neuquen, nacido de las entrañas de la Bodega del Fin del Mundo, fuerte como el árbol que aguanta el contínuo viento patagónico, con nosotros el Ventus Merlot, Malbec, Cabernet Sauvignon 2016! Lo compre en el super al módico precio de 72 pesos la botella.
En la esquina azul, Nacido en San Juan, donde el Zonda es rey, producto de la Bodega Finca las Moras, un varietal de Malbec, el Alma Mora 2016! Lo pagué 78 pesos en el mismo supermercado.
Entonces tenemos dos botellas a menos de 80 pesos. Quizàs dos productos pensados para el público jóven, o que recién se inicia en el mundo del vino. O que quizás solo quieren tomarse un rico vino a no demasiado precio.
Vamos a ver que nos deparan:
Aclaración previa para los entendidos: Soy plenamente consciente que se tratan de un varietal y de un corte, con las diferencias que ello implica. Que ambos son de dos zonas vinícolas completamente distintas y que quizás tengan más diferencias que similitudes a priori. El que estén juntos en éste momento se debe a que según mi opinión o experiencia, ambos comparten un cierto "target" parecido. Es decir, comparten público. Es mi humilde visión, sepan disculpar si me equivoco.
Continuando con éste emocionante encuentro, los vemos en color bastante parecidos. No muy concentrados, más bien bastante vistosos y brillantes, El Alma Mora con el violáceo característico del Malbec. El ventus más bien rojizo. Lindos en copa ambos.
Vamos a la nariz.
El Ventus es un poco apocado. No muy expresivo, pero dejàndolo abrir deja entrever unas frutas rojas, como frutillas, muy frescas. Ademàs de cierto toque herbáceo, un poco "salvaje" digamosle. Ha sido intervenido con maderas alternativas, pero su presencia no es demasiado evidente, apenas unos toques tostados o a vainilla. Buen aroma pero un poco apagado.
El Alma Mora por su parte es mucho más expresivo. A ciruelas maduras, a mermelada. Bien frutado y bastante dulzón y directo. Amable y llamativo en nariz. También se siente la madera, pero más como "olor a madera". A su modo es más directo y tosco.
En boca el Ventus es franco, fresco, frutado. Con una acidez presente pero para nada molesta. Tiene su buena presencia. No mucha estructura, pero disfrutable y tomable.
El Alma Mora tiene una entrada mucho más dulce, pero a la vez una acidez más pronunciada. Tiene su estructura, pero se desinfla al poco tiempo. Raspa un poco con la tanicidad.
Conclusiones:
Los dos andan bien. No les eche soda. Son buenos vinos!
Personalmente me gustó más el Ventus. Su carácter más fino, pero a la vez más complejo me gustó. El Alma Mora me pareció hecho para el impacto inicial. Muy aromático, muy dulzon al entrar en boca, pero que genera sensaciones pasajeras. Es mi modo de ver. Quizás a algunos les guste más el impacto. A otros les gustará más la tomabilidad y lo amable. Gusto son gustos dijo el santiagueño...
Señor que va a la reunión: Con ninguno de los dos le va a errar y son vinos de menos de 80 pesos! El Alma Mora va a gustar por lo dulce. El Ventus por lo frutado. Vea usted, yo me quedo con el Patagónico!
Y como éste blog se trata de aprender y los vientos del sur soplan allá en Neuquen, me acuerdo de un tema. Himno hippie de mi adolescencia y de la de muchos otros. Hoy escuchamos Aprendizaje de Sui Generis, dándome cuenta de que las cosas con el paso del tiempo no fueron muy diferentes a cómo las imaginaba y de que esa manía de no visitar al peluquero en tiempo y forma no se me va con los años, lo que explica mi evidente falta de formalidad y cortesía. A mi favor está que la sociedad no se deja querer tan fácil. Para todos los que llevamos todavía un pequeño hippie dentro, y para mi compañera de viaje y nuestra nenita, va éste temazo lleno de preconceptos y lindas imágenes.
Será hasta el viernes que viene con otro challenge. Nos vemos, ea ea ea pepe!
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