Basta San Pedro! Basta. Basta el Niño, la Niña y la Mar en Coche! Basta de lluvia, viento, frío, clima inhóspito. Basta! Me cansaron, me hartaron. No quiero ver mas un paraguas, un zapato con barro, un charco. Basta de charcos por Dios!
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Buenas tardes amigos de Catas de Super, otro viernes nos encuentra aquí para degustar, probar, aprobar o desaprobar esos vinos populares, accesibles, del pueblo que todo el mundo consume y quiere saber qué hacer cuando se encuentra frente a la góndola.
Hoy, como éste blog día a día se supera, v amos a dar una vuelta de tuerca más a nuestros encuentros de los viernes. Hoy 21 de Octubre de 2016 fuí al Supermercado y mientras pesaba las manzanas y las zanahorias tuve la genial idea de inaugurar una simpática competición. Vamos a seguir con la cata doble, pero a partir de hoy vamos a poner dos etiquetas una frente a otra y vamos a dar un veredicto. Cosa que vayamos tomando posición.
Nuestros primeros contendientes rondan los 60 pesos. Precio más o menos accesible y el que mucha gente tiene en mente a la hora de comprar una botella. Para no tener problemas con diferencias, son dos varietales. Dos Malbec. Y ambos son de la misma añada. .
En el rincón Rojo, con un precio al público de 55,03 pesos argentinos. De Bodega Cuesta del Madero... El Cuesta del Madero Varietal Malbec 2015!
En el rincón Azul, habiendo costado 59,15, de Bodegas Esmeralda: El Gran Rodas Malbec 2015!
Los contendientes se miran con fiereza en el centro del ring mientras les doy las instrucciones. Ambos serán descriptos en paralelo. No vale usar artimañas y aceptarán el veredicto como caballeros.
Está todo dado para arrancar. Ahí vamos.
El Gran Rodas tiene una botella más grande y etiqueta más elegante. Ambos tienen corchos sintéticos. El de Cuesta del Madero es un poco más grande. Algo intenta esconder ese Rodas...
El Cuesta del Madero tiene mayor concentración de color. Es mucho más violeta. El Gran Rodas aparece como un poco más rojizo. Hasta parece un poquitín evolucionado.
Arranco en nariz con el Gran Rodas. Siento alcohol al principio. Abierto un poco se le va, pero no queda mucha expresión aromática en su lugar. Un poquitín apenas frutado y mantiene ese dulzor característico del alcohol. Poco para dar.
El Cuesta del Madero es mucho más expresivo. Siento cuero, frutas rojas frescas, también notas herbáceas, como al raspón de la uva. Hasta podría llegar a identificar alguna frambuesa o algo así con mucho entusiasmo. Está bastante bien.
En boca el Gran Rodas es bastante alcohólico pero no mucho más. Deja picante la lengua con el alcohol. Liviano y medio rasposo. Acidez presente. No me dice nada.
El Cuesta del Madero tiene otra personalidad. Bastante más estructura. También es un poco alcohólico. Acidez bastante fresca. Es un poco rústico, pero tiene personalidad y es un poco más largo. Deja un final algo amargo que no llega a molestar demasiado.
Conclusiones.
El Gran Rodas me hizo acordar al Trapiche Alaris. Eso no es bueno porque no me había gustado. Me parece un vino sin nada para expresar. Que tampoco es malo porque no es muy tánico ni muy rasposo.
El Cuesta del Madero es más rústico. Mas tradicionalmente vino de mesa. Me gustó su rusticidad a su manera. Está bien para el precio que tiene y no tiene grandes defectos. Quizás un poco alcohólico en boca, pero no mucho más.
A los efectos de la cata me compré un sifón Trechel de litro y medio. Los vamos a probar formando parte del mas tradicional cocktail argentino. Vino con soda!
Sodeados al treinta por ciento, responde mejor el Gran Rodas para sorpresa del degustador. Queda fresco y agradable. Sin nada de expresión de vino, pero tomable sin dudas.
El agregado de soda hace que el Cuesta del Madero saque más aún su nota rústica y herbácea. Se pone áspero y pierde presencia. Se sienten separados el vino y la soda, no se integran.
Se integra muchísimo mejor el Gran Rodas.
Termino éste primer challenge pensando en que quizás los que hacen vino de éste tipo también lo piensan para ser tomado con soda. Una pregunta que no sé si obtendré respuesta alguna vez. Por lo demás, el consejo final es que entre éstos dos me quedo toda la vida con la fibra rústica del Cuesta del Madera, que por 55 p. nos va a dar una módica satisfacción, pero verdadera.
Obviamente no hay otro tema para escuchar en ésta tarde que Eyes of the tiger, hitazo de Survivor que formó parte de la banda de sonido de la película Rocky IV en la que el democrático boxeador occidental vence a la burocracia tecnócrata soviética hinchándose los músculos solo hachando árboles en la nieve.
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