Cuevero Manija 2018.

A raiz de mi participación en los festejos de los 10 años de vida del blog "El Vino del Mes", anduve en Buenos Aires. La velada se dió en La Cueva de Musu, un lugar que más que una vinoteca,  se va convirtiendo en un reducto de novedades del mundo del vino, y referencia ineludible para todo amante de la bebida nacional que ande por CABA y alrededores.
En mi mochila viajera traje de vuelta, entre otras cosas, una botella del vino hecho especialmente para el lugar.


Aclaración es que lo a foto está "teñida" con el vino. Quizas no es la más prolija, pero me gustó para la ocasión.
Las circuntancias de su elección son únicas. Fernando Musumesi pidió a varios productores muestras para hacer el vino propio de la Cueva y en una gran desgustación, fueron los propios "cueveros" los que lo eligieron.
El elegido fue un corte de Merlot (80 %) con Cabernet Sauvignon proveniente de Finca Ambrosía, fermentado en vasijas de concreto y hecho especialmente para la degustación.
El vino en cuestión se dió en llamar "El Cuevero Manija- Gualta al Palo" porque es esa la percepción que tienen los clientes de Musu sobre sí mismos. Apasionados, curiosos de las novedades, impacientes por tenerlas y degustarlas.
Es así entonces que me dispongo en casa a abrir una de las botellas borgoña en la que viene atesorado éste vino.
En nariz tiene una expresión a frutas, frutas negras frescas mezcladas con flores. Flores marchitas quizás. Es como andar caminando por una florería.  Es simple, pero tiene una pequeña vuelta de tuerca con ese toque floral que lo hace interesante. En boca directo, con una acidez mucho más aplacada de la que esperaba y buena persistencia. Me llama mucho la atención los recuerdos cárnicos, como a carne asándose. Es más una sensación que un descriptor. Además tiene frutas frescas y es bastante secante o "astringente"por lo que quizás se complemente bien con alimentos grasos. No es muy largo, pero se deja tomar muy fácil.
Creo que en el asado puede andar perfecto. Pide a gritos una costilla o una molleja.
Abierto al otro día la acidez se ha reforzado y lo sanguinolento se apagó. Es más directo y fresco.
Por venir de donde viene, me esperaba una acidez más punzante. Las respuestas quizás se encuentren al mirar mejor la etiqueta, donde dos grupos de amantes del vino se encuentran.
Unos con una barrica como estandarte y otros con una piedra. Es quizás la intención del Cuevero Manija, dejar de lado ciertas disputas de gustos en el mundo del vino y unirlas en un brindis.
Está muy bien el vino. Está mucho mejor la idea llevada a cabo por Musu de hacer participar a los "cueveros" en su elección y dejarlos que sientan a ese vino como propio. Quizás ahí esté la verdadera importancia del Cuevero Manija y del trabajo de Musu acercando y fidelizando a los consumidores de nuestra querida bebida nacional.

Será hasta la próxima. En ésta semana se viene una vertical de la que tendrán noticias.
Abrazo y salud a todos.


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