Tordos en lo de Granado. Arriba Salta!

En éstos días de gran actividad de mega-degustaciones e intentando bajar el nivel de ingesta porque la balanza va dando señales de alerta, veo una invitación de la vinería Lo de Granado para degustar la línea de vinos Tordos con la presencia de uno de sus dueños Máximo Lichstein con quien estuve charlando un rato en la fiesta por el día mundial del Malbec organizada por la misma vinoteca y en Buenos Aires en el Desafío Federal. Como a mi blog me debo, no puedo faltar a la cita y voy raudo por Avenida Eva Perón al encuentro de éstos nuevos vinos salteños. Su Malbec fue uno de los que señalé como de los que más me gustaron de esa feria y tuvo además una muy buena performance en el DF.
Hoy vamos a hablar de la posibilidad de que Salta se reinvente. De cómo ese pequeño páramo desolado en las alturas que sólo representa el 3 % de la producción nacional de vinos de Argentina, pueda buscarle otro perfil sin perder la identidad a sus vinos.  Y todo tomando de ejemplo un pequeño proyecto enológico llevado adelante por dos apasionados del vino dirigidos por una mano maestra. De eso y otras cosas vamos a hablar éste viernes 16 de Junio de 2017 en la sucursal Donado de Lo de Granado.
Presenta Anto, la Sommelier de la sonrisa siempre presente y escuchamos detenidamente al hacedor de los vinos.


Cuenta Máximo que llegó a Salta hace varios años por cuestiones de trabajo ajenas al mundo del vino, pero que fué metiéndose de a poco como consumidor. Una cosa llevó a la otra y junto a su socio se lanzaron a la aventura de iniciar su propio proyecto en el año 2016 para el que ficharon a una de las celebridades del Cafayate vinícola. Paco Puga se hizo cargo de la parte enológica del proyecto, así que garantía asegurada dentro de la botella.
Dicen que a Paco Puga lo llaman "El Domador de Taninos". Todo viene a cuento de la técnica de delestage utilizada durante la fermentación consistente en separar el líquido de las pieles al momento de comenzar el proceso, hasta cinco días, que es el caso del Malbec de Tordos, y después volver a juntarlo con sus pieles, pero sin hacer remontajes ni movimientos bruscos, a los fines de evitar la excesivo contracto con el hollejo. Es una forma de "domar" también el terroir, haciéndolo menos áspero.
El resultado sería un vino mucho más tomable, frutado y sin tanto tanino ni aspereza, una de las características de los vinos salteños.
Más allá de un montón de anécdotas y datos "off the record" que hicieron muy jugosa la charla, empezamos con un espumante.
El vino en cuestión está hecho con uvas de Chardonnay y Chenin, parte salteñas y parte mendocinas, en una champagnera de Mendoza. Es fresco, frutado con aromas a ananá  y un toque herbáceo. Paso fresco y refrescante por boca y una burbuja pequeña, pero muy presente en éste espumante hecho con el método charmat. Cumple bien dada la relación entre la calidad y el precio pero sin destacarse en demasía.


De la línea de tintos que vamos a degustar hoy, empezamos con el Tordos Malbec 2016. No tiene paso por madera. Es todo lo que da la fruta y la crianza en botella. Es un Malbec bastante fortachón, sin dudas, pero a la vez frutado y elegante. Agradable al paladar. Siento aromas a pimiento cocido, ahumados y un poco de ciruela bastante fresca.  En boca pasa fresco, tomable, con una acidez presente pero controlada y una estructura media que los hace muy disfrutable.
En una porción minoritaria de la concurrencia provocó un cierto disgusto éste vino. La protesta venía a que no se sentía lo suficiente a Salta en el paladar (se ve que están acostumbrados a las emociones fuertes...).
Creo que justamente es la búsqueda del vino. Intentar mantener la identidad, pero sacando de lado los elementos molestos de la misma. Este vino es agradable, tomable, mantiene sin dudas al terroir, pero con una vuelta de tuerca que da para pensar. Por mi parte no adhiero a la protesta, prefiero recibir atento la personalidad que le buscan al Malbec salteño y más si anda don Paco Puga detrás del proyecto.


El segundo vino degustado fue el Tordos Blend 2016. Un vino hecho con parte del Malbec anterior, pero mezclado con una porción de 30 % de Tannat, Petit Verdot y Cabernet Franc, éste último fermentado en barricas. Es un vino muy tomable, con el pimiento cocido que siempre está, con aromas a aceituna negra y especias. Algo ácido en boca, pero untuoso y fresco (aunque parezca contradictorio) y un final amargo que dan unas ganas bárbaras de degustar un costillar ahí mismo. Es rico éste blend de Tordos.
De lo que se viene en unos meses del proyecto, hay para esperar algunas buenas novedades, como dos cortes de blancas a las que les tengo mucha fe y líneas varietales y blends con paso por madera.
A estar atentos a los vinos de Tordos que están buenos.

Para el final tomamos el renombrado Mugron de Cafayate que es el resultado de la colaboración entre Paco Puga, Rafael Domingo, Mariano Quiroga, Alejandro Nesman y Claudio Maza, un dream team salteño y seguimos charlando con Máximo y los presentes de vinos, que es lo que nos une y nos gusta.
Hasta la próxima degustación, nos seguiremos viendo y brindando, que siempre es lo importante.


PD, ahi les comparto link a un video que hizo Fernando Garello sobre la degustación. Se me ve anotando en la libretita haciendome el estudioso.

https://www.facebook.com/lodegranado/videos/1508115219233224/

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