Gen del Alma era de esos proyectos enólogicos muy emparentados con un enólogo específico.
Las vueltas de la vida hicieron que las partes tomaran caminos diferentes y que se aferrara al tímón un nuevo capitán. Matias Prieto que comenzó a trabajar en "La Milonguita" a principios de 2019 con la vendimia arrancando.
Gen del Alma ha dado este "golpe de timon" buscando una nueva personalidad, sin olvidar lo pasado.
Están haciendo una renovación de las líneas bajo la dirección enológica de Matias Prieto y Belen Sanchez que se dedica al día a día de la bodega. Entre otras cosas han empezado a filtrar los vinos y a utilizar bajas cantidades de anhídrido sulfuroso solo al momento del fraccionamiento. Los vinos hacen una especie de "crianza en borras" .
Han hecho una limpieza general de la bodega "La Milonguita" ubicada en la parte Norte de Gualtallary. El relato nos introdujo en lo engorroso que es deshacerse del "brett" una vez que se instala en un lugar.
Esta presentación sucedió hace unos meses y fue exclusiva para Argentina Wine Bloggers, pero nunca es tarde para enterarse de las cosas buenas que pasan en el mundo del vino.
Degustamos tres vinos de Gen del Alma. Tres etiquetas que todo consumidor instruido del mundo del vino conoce, pero que en éstos momentos están encarando una nueva personalidad, que para mi (spoiler) está mucho más lograda.
Jijiji Blanco 2019.
Hecho a partir de la cepa Chenin. Es un parral muy viejo muy productivo, que está en un suelo muy pesado. Es un vino muy untuoso, pero con una acidez natural muy interesante.
El vino en si, es muy voluptuoso en nariz, con muchísima fruta tropical. En boca una buena untuosidad, un recuerdo como a madera quemada en boca y una acidez presente y fresca. No es menor la acidez, pero se equilibra muy bien con el volumen. Como a frutas frescas y dulces.
JiJiJi Tinto. Blend de Pinot Noir Malbec 2020.
Vino realizado a partir de la maceración carbónica de Malbec y Pinor Noir. Las cepas fueron cosechadas en el mismo día. Hacen una maceración de entre 7 y 15 días. Primero tiene un olor como a reducción que va perdiéndose con el tiempo, que Matias dice que es característico. Aromas dulzones como a gelatina de frutillas dulces y unos aromas como maduros. Algo extraños para el consumidor común, pero un vino fresco y tomable. Directo.
Superlogico 2018.
Es un vino sin demasiada expresión aromática, con alguna expresión de algo de fruta. En boca funciona bien, con entrada dulzona, buena acidez pero sin exagerar. Vino como maduro y austero, que gusta y está bien, con cuerpo. Es un Malbec de El Peral con aportes de Syrah y Cabernet Sauvignon en muy pequeños aportes. Buscan un Malbec bien franco.
Personalmente aplaudo y me gusta el cambio de estilo. Vinos que eran extremos ahora son amigables con una personalidad un poco loca, pero sin ir al fleje. Propongo al lector adentrarse en alguno de éstos vinos. No son lo más tradicional del mundo, pero son una buena opción de probar vinos diferentes a un precio que no lo va a dejar sin nada en el bolsillo. Eso también me parece que está bien.
Y si tiene la opción de escuchar a Matias Prieto hablar de los vinos que produce, no dejen pasar la oportunidad, porque es muy claro y preciso en sus explicaciones.
Agrego para el ricotero que todos llevamos dentro, la canción que da nombre a dos de los vinos que degustamos esa tarde. Salud y hasta la próxima.
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