Ombu. Vinos uruguayos de Atlantida.

Me quedaron pendientes algunas crónicas de catas sucedidas entre Febrero y Marzo de 2018. Falta de concentración, poca contracción al trabajo, otras ocupaciones, fueron haciendo que se agolparan en mi memoria momentos vínicos que no terminaron de salir a la luz.
Intento cuando empieza el otoño en la Chicago Argentina rescatarlos del olvido y dejar su recuerdo aquí. Uno de ellos sucedió un Martes de principios de Marzo de 2018.


Nebel Pagano, una de las dos caras de Rosario Vinos Exclusivos, me invitó junto a un grato grupete de entendedores del buen beber a degustar una línea de vinos que había probado en su última incursión a Uruguay. Es conocida su calidad de uruguayo, así que con orgullo oriental nos hizo un recorrido por el proyecto Ombú, de una pequeña bodega de Atlántida, el balneario más importante de la Costa de Oro, en el Departamento de Canelones.
La bodega en cuestión se llama Braccobosca y fue fundada en 2005 por Darwin Bracco y Mirtha Bosca en los alrededores del balneario más popular de Canelones.
Es otra más de las bodegas familiares uruguayas, modelo que se repite una y otra vez en todas las explotaciones vitivinícolas orientales.
Vamos a tomar todo lo que producen, línea completa para una tarde-noche excelente. Hay muchas botellas, así que vayamos por partes.


Arrancamos con una rareza. El La Flor del Ombú Ugni Blanc 2017, de él se trata, se presenta muy clarito en color, casi transparente. Con aroma a ananá muy dulce y lo que algunos llaman ahora "salino" o mineral. En boca tiene una acidez bastante punzante y fresca. Es corto y ágil. Se toma muy fácil.


Seguimos con el Ombú Sauvignon Blanc 2016. Este sí es más complejo. Muy rico aroma a ruda y pera cocida. Después se siente un pomelo amarillo bastante fresco. En boca entra vivaz con una puntita carbónica bastante evidente. Es fresco, un poco dulzón y con menor acidez de la esperada para la variedad.
Buen color, interesante en aromas, tomable en boca.


Pasando a los tintos, arrancamos con el Ombú Tannat 2016. Vino oscuro, con aromas a frutas negras como arándanos y toques mentolados. Se siente un poco de vainilla y cuero de su paso por madera. En boca es fresco y vivaz. También tiene una pequeña puntita carbónica. Se toma fácil y sin demasiadas vueltas.
Buen color, muy rico aromáticamente, en boca falta un poco de estructura.


El próximo es un corte. Ombú Tannat-Syrah-Petit Verdot 2015. Se lo ve un poco evolucionado en la copa. Tiene aromas al conocido brett y cuero. Un poquitín ahumado también. En boca tiene una buena estructura, basante fortachón, pero con una acidez fresca que no se esperaba.
Buen color, sin demasiada expresión aromática. Buena estructura en boca.

Saltamos luego a la línea "Reserve" de la bodega, vinos con una presencia más destacada de la madera.


Arrancamos con el Ombú Reserve Syrah 2016. Se siente al olerlo una fruta negra y dulzona. Vainillas y toques mentolados también hacen una buena paleta aromática para arrancar. En boca es fresco y directo. Es rico y un poco dulzón, pero resulta un poco corto.
Casi negro en color. Buena nariz, muy interesante. Arranca bien en boca pero queda un poco corto.


El siguiente es el Ombú Reserve Tannat 2016. La cepa emblemática uruguaya aquí se expresa en aromas a menta fresca y vainilla. Al tomarlo es directo y fresco. Buen tanino redondo y bastante dulzón y una buena estructura. Rico para comerse un buen asado con los amigos.
Buen color oscuro. Aromas frescos y disfrutables. Directo pero con buena estructura en boca.


Finalmente terminamos con la línea con el Ombú Reserve Petit Verdot 2016. Aromas a mermeladas de frutilla y un poco herbáceo. Bien machote y fuerte al tomarlo, pero con una dulzura que acompaña bien tanto músculo. Tiene una buena acidez fresca. Es un poco untuoso, como láctico y al final y mientras se va abriendo aparecen notas como a eucaliptus que subyugan a los presentes.
Bien oscuro en la copa. Buenos aromas que van cambiando mientras se abre. Dulzón y estructurado en boca.


Terminamos con la vuelta entera a la producción de la bodega con la joyita. Gran Ombú Cabernet Franc 2016. Con una mayor exposición a la madera, adelanto que todavía debería pasar un tiempo largo en botella para terminar de redondearse.
Tiene una extraña expresión aromática a maracuyá y duraznos en compota. Bien dulce y a la vez fresco. Es raro. En boca tiene una muy buena estructura, pero es muy dulce, casi empalagoso, con recuerdos a almíbar. Muy untuoso y láctico. Es casi masticable. Seguramente con el tiempo irá encontrándo su mejor forma.

Me da gusto haber podido finalmente sacar éste nota sobre éstos vinos uruguayos que cruzaron el charco para ver si se quedan por éstas latitudes.
Queda en el tintero todavía un par de relatos sobre unos martes fenomenales que pasamos en Rosario Vinos Exclusivos degustando unos vinos evolucionados que la rompieron. Habrá novedades en los próximos días.
Salute la barra.

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