Caelum. Vinos estelares.

Tuve un día del demonio. Yendo, viniendo, bajo la llovizna molesta, frío. Son las 20 horas y no me dan ganas de agarrar el auto para meterme en el tránsito endemoniado de Rosario.
Hago de tripas corazón y pongo el limpia parabrisas en 3. Nueva cata alla voy!
La cita es en Puerto Norte, en la vinería Lo de Granado. Ya dije que el lugar está buenísimo, pero lo repito; el lugar está buenísimo.


Antonella Fontana, la sommelier de sonrisa indeleble presenta a don Hernan Pimentel, propietario junto a su hermana y madre de éste péqueño pero muy interesante proyecto de bodega enclavado en Agrelo, Lujan de Cuyo, Mendoza, Argentina. Señoras y señores, hoy es jueves 29 de septiembre de 2016 y estoy con los oídos dispuestos y la copa presta para degustar los vinos que se hacen en la Bodega Caleum. Vamo arriba!
Cuenta Hernan que la familia arrancó produciendo uva y pistachos alla por el 2002. Que al principio vendían toda su producción al vecino gigante de Septima y que desde 2009 se lanzaron a producir sus propios vinos con la marca que identifica a una de las constelaciones de estrellas que ornamentan el cielo del hemisferio sur.
Cada etiqueta tiene su característica identificatoria. Son bastante llamativas e interesantes.
Toda la uva con la que producen proviene de su propia finca, que ha sido implantada por ellos mismos. Aquí entra en la historia un elemento fundamental. El enólogo es el italiano Giuseppe Franceschini. En realidad la razón más importante que tuve para venir a ésta cata fue probar otros de los vinos que hace éste enólogo. Me llamaron poderosamente la atención para bien los Bacan. Ahora quiero ver qué hace el mago italiano para la familia Pimentel.


Arrancamos la degustación con un blanco. De la línea Clásico, el Caelum Torrontés 2015. Lo diferente de éste torrontés es que está plantado en la propia finca de la bodega en Agrelo y no proviene de Cafayate como la gran mayoría de los que estamos acostumbrados a consumir. De un color bastante pálido con reflejos verdosos, se me aparece primero un poco floral en nariz. Jazmines y algo herbáceo. Albunos toques minerales. Después se pone cítrico, muy cítrico como a lima o limones, bien ácidos. En boca no tiene el arranque dulzón que suelen tener los torronteses salteños. Mas bien es muy seco, Con una acidez marcada y bastante punzante. Deja un gusto a lima muy presente en boca. Es bastante largo a su modo. Refrescante, delicado, nada salvaje. Muy educado para torrontés. Interesante como vino blanco. Si busca la tipicidad, va a estar escondida. Es un buen, rico y refrescante vino blanco.


El segundo me encantó. El favorito de la degustación. Aclaro antes de empezar así me suelto con los elogios tranquilo. Es de la Línea Reserva. El Caelum Chardonnay 2011. Fue fermentado en barrica y guardado allí unos meses. Aparece oscuro en la copa. Color amarillo cobrizo. En nariz primero es ahumado, luego deja aparecer según se va abriendo y elevando la temperatura notas de manteca, pomelo rosado, miel, y hasta le siento algo así como un chocolate blanco. Se siente el paso del tiempo en la nariz, con notas de evolución que le dan un aire muy particular. En boca es una exquisitez. Mucha untuosidad. Gran volumen, llena, tiene sabores un poco dulzones por la evolución, pero mantiene una acidez bien fresca a su vez. Es extraño parece evolucionado y jóven a la vez. Notas frutales en boca, Sabores cítricos, como a pomelo y una persistencia increíble. Se nos van ocurriendo opciones gastronómicas para acompañar éste gran vino blanco. Un golazo de Caelum. Muy bien evolucionado. Aplausos de pie para éste vinazo.

Y pasamos a los tintos.


Arrancamos con el Caelum Cabernet Sauvignon 2015 de la línea Clásica. Rojo, reflejos bordó. Pimientos y pimienta, regla aromática de la cepa en Argentina que la cumple a rajatabla. Tiene algunas frutas rojas también y notitas a cuero por ahí dando vueltas. En boca es fortachón, algo tánico, pero fresco a la vez por una acidez bastante presente. Un muy correcto ejemplar de Cabernet Sauvignon.


El siguiente es el Caelum Malbec Reserva Malbec 2012. Estuvo 15 meses en barricas de roble francés y se nota. Es muy pesado en la copa. Oscuro y concentrado va tiñendo los costados mientras se mueve. En nariz se siente ahumado, con aromas a chocolate amargo, mermeladas de ciruelas, alguna flor dando vuelta y oréganos y tomillos al abrirse. Habría que decantarlo se me ocurre. En boca es un vino hiperconcentrado, mantecoso, untuoso, que llena y ocupa su espacio a puro músculo. Tiene la madera un poco presente aún y se sienten notas florales en boca. Es muy largo, extensísimo. Un vino de alta gama que hay que tomar con calma para encontrarle la complejidad en tanta concentración.


Terminamos con una rareza. Un vino de postre, dulce. El Caelum Nuvola Dulce Malbec 2013 "Appaccito". El nombre entre comillas viene de la técnica de vinificación llamada Appaccimento. La cuestión es que una vez cosechadas las uvas, se dejan reposar sin molerlas durante un determinado tiempo en un lugar cerrado donde se van pacificando naturalmente perdiendo líquido. Una vez que están en su punto, se elaboran como si fuese un vino común, pero el resultado es que a menor agua en cada uva, mayor cantidad de azúcares va a resultar. Es un método tradicional de la zona de Venecia en Italia y se utiliza para concentrar aromas y sabores.
Como Caelum cuenta con un enólogo italiano, se da el lujo de tener entre sus etiquetas ésta rareza. Al olerlo salen las aceitunas negras, junto a la sensación de estar oliendo uno de esos caramelos "media hora" y alguna notita floral dando vuelta. En boca sorprende que a pesar de su dulzor tiene una acidez fresca muy presente. Dulce y ácido a la vez. Rico y tomable. Pienso en que la botella de 375 se queda corta porque da hasta para encontrarle lugares de maridaje en el plato principal. Muy bueno el dulce appaccito de Caelum!

Terminada la degustación me llevo una idea más acabada de la bodega. Su malbec de la línea Clásica ya lo habíamos destacado con los Digame Sommelier en la megadegustación de malbecs. Dejo el link

http://digamesommelier.blogspot.com.ar/2016/05/malbec-primera-zona-segunda-parte.html
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Además de confirmar lo que vengo descubriendo de otro gran enólogo que anda dando vueltas por la Argentina. A tener muy en cuenta al Giuseppe Franceschini, que se las trae!

Salud y seguramente los caminos del vino nos seguiran juntando por ahí.



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