Zorzal en Barcelona Club de Catas

Empieza el otoño en Rosario. El niño no deja de joder con la pelota (como diría Serrat) y la lluvia no cesa hace uno cuantos días. El gran Sommelier del Pueblo Gustavo Tomassoni me informa que hay cata en el Club de Catas de Barcelona Centro. Hoy se degustan algunos de los vinos de uno de los hermanos más polémicos del vino. Vamos entonces a ver qué pasa con los vinos del menor de los Michelini, Juan Pablo y su proyecto. Hoy es miercoles 6 de Abril de 2016 y nos enfrentamos con todo gusto a los vinos de Zorzal Wines.



Zorzal Wines ronda la década de existencia. Es dirigida por el nombrado Juan Pablo Michelini y allí es donde se cuecen las habas del clan homónimo. Allí también hacen de las suyas sus hermanos. Matias es enólogo asesor y ronda toda la familia por ahí. Está enclavada en Gualtallary. Su lugar en el mundo. Un paraje altísimo, con suelos calcáreos y clima bastante fresco. Allí nacen sus vinos que pretenden ser frescos, de una enología no invasiva, de fruta mas que madera y de austeridad antes que exuberancia según reza la declaración de principios enológicos que encontramos en su web.  Está claro el mensaje que viene de la montaña. Los Michelini pretenden frescura y acidez antes que estructura y músculo. son así. Eso es lo que pretenden.
Hoy nos vamos a encontrar con algunos vinos de la línea Terroir Unico (3). Vinos sin intervención de ningún tipo de madera. Naturales. Pensados para tomarse jóvenes y frescos. Vamos a ver que pasa.


Arrancamos con el Zorzal Terroir Unico Sauvignon Blanc 2015. Desde el principio llama la atención su color. O mejor dicho su ausencia casi total de color. Es muy traslúcido, casi blanco, con apenas algún reflejo amarillo. Tiene eso si, mucho brillo. En nariz es muy bueno, aromático y complejo. Arranca con una bocanada herbácea, medio salvaje, como ruda bien fresca, sigue con un toque mineral bien presente y luego unas frutas cítricas, un pomelo amarillo bien fresco. Se me aparece el aroma al albedo, o lo blanco del interior de la cáscara. Lo interesante es que abriéndolo un poco más, aparecen otras frutas. Algunos nombran frutas tropicales, ananá recién cortado. Eso que apareció herbáceo al principio se va convirtiendo en frutal. En boca no es tan ácido como esperaba ni tan complejo tampoco. La acidez está presente sin dudas, pero no es agresiva, es más, tiene un arranque un poco dulzón que lo hace amable y entrador. Expresa bastante el pomelo y notas herbaceas nuevamente. Es bastante largo y termina con un amargor final para nada desagradable. Un muy buen sauvignon blanc, rico y tomable.


Segundo vino es el Zorzal Terroir Unico Malbec 2014. De color violáceo bastante característico y no mucha concentración. En nariz es bastante austero sin grandes notas salientes. Un poco de flores, una ciruela perdida por allí. En boca es fresco, con una acidez muy presente y bastante punzante. Cuerpo medio con notas florales y un final algo amargo. Quizás pensado para acompañar la diaria. A mi no me dice mucho, pero tampoco los vinos tienen que dar cátedra cada vez que tomamos una copal

Tercero viene el Zorzal Terroir Unico Pinot Noir 2014. Ya en color viene avisando de que se trata de un pinot. Rojo rubí un toque amarronado, bastante suave y medio traslúcido. En nariz es muy llamativo. Muy aromático. Frutas rojas, frutillas un poco maduras pero frescas, toques minerales y herbáceos muy agradables. En boca es sedoso y fresco. Buena acidez y entrada dulzona. Raspa un poquito lo que lo hace un poco indómito. Tiene el mismo final amargo de sus hermanos. Buen pinot noir, gustó.


La charla fue interesante. Seguimos hablando de Gualtallary, los Michelini Bros. la identidad de los vinos argentinos y mendocinos. El futuro y el pasado. Como la conversación siguió por caminos no tan técnicos en relación al vino, confieso que los siguientes vinos me dediqué a tomarlos sin demasiada intención de descripción. Degustamos también el Eggo Pinot Noir y el Gran Terroir Malbec que me dediqué a disfrutar.
Dos palabras de cada uno. Del pinot, que muestra un músculo algo inflado, que está bueno, pero gustó mucho más el varietal. Y del malbec que se nota su potencial, pero que había que darle un rato más para que se abriera o decantarlo. Ambos buenos vinos, mejor el Malbec sin dudas.

Seguimos por los caminos del vino. Se viene el día mundial del Malbec....
Algo haremos.



Comentarios