Diario de viaje. Día 2. Chandon

Seguimos reportando desde Mendoza.


Hoy es martes 10 de Noviembre de 2015. El día anterior fue muy intenso. Las ojeras son debidamente tapadas por anteojos negros. Llueve extrañamente en la tierra del sol y del buen vino. El esforzado grupo de sommeliers se adentra en sus combis y parte raudo con el objetivo de conocer el lugar donde se encierran las burbujas más conocidas de la Argentina.
Día 2, Bodega 4. Chandon.
Bodegas Chandon de Argentina forma parte de un conglomerado de empresas alrededor del mundo dedicadas a la fabricación de espumantes llamada Moët Chandon, que a su vez forma parte de otro conglomerado más grande que nació de su fusión con la productora de cognac Hennessy, llamado Moët Hennessy (nacido en 1971) y que a su vez forma parte de otro grupo enorme que cuenta con más de 60 marcas en el mundo conocido como LVMH Louis Vuitton Moët Hennessy. O lo más parecido a un imperio comercial dedicado al entretenimiento que se nos ocurra pensar.
En nuestros simples utilitarios turísticos, cual Lukes Skywalkers del vino, nos adentramos en la sucursal del imperio ubicada en Agrelo, No ya para destruir nada, sino para conocer sus secretos y llevarnos lo que más podamos de la experiencia.
Previo a un rápido paso por la recepción muy acorde con el perfil chic  de la bodega, nos metemos de lleno en la misma.

La primera impresión de Chandon es el olor a levaduras que reina en el ambiente. Pulcritud, limpieza, orden, brillo y mucho, pero mucho olor a levaduras.
Chandon se fundo en 1959 cuando un visionario francés descubrió un pequeño reducto en Agrelo, Mendoza, donde se convenció que se desarrollaria de la mejor manera el potencial vitivinícola que necesitaba para la producción de espumantes. Así nació la primer "sucursal" fuera de Francia de la prestigiosa marca Moët Chandon solo dedicada a su producción y líder desde entonces en la Argentina.
Somo testigos durante más de una hora de recorrida, del funcionamiento de una gran factoría de espumantes. Todo brilla. Enorme como López, pero con otro perfil. Un monstruo mecanizado y limpio

Separado en mitades. La primera dedicada a la producción a través del método charmat donde enormes tanques de muchísimos litros generan millones de botellas anuales.



La otra dedicada al método tradicional también gigante donde se embotellan menos litros y de más calidad. De éste lugar salen las burbujas que bullen allí donde algún festejo se produce
.
Todo mecanizado, controlado, estandarizado y pensado.
Ese es el perfil de Chandon. Eso es lo que vende la marca.

Llegados al final del recorrido nos trasladamos a la sala de catas y ahí nos espera el gran Onofre Arcos, Cheff de Cave (el que hace los vinos) y prócer de las burbujas argentinas.
En un tono tranquilo, con paciencia y sin estridencias, Onofre nos propone un desafío: Ir paso a paso para descubrir como se va formando un espumante. En éste caso un Brut Nature Chandon.
Comenzamos con la cata de los dos vinos base.
Primero el Chardonnay, cosechado bastante verde y con baja graduación alcohólica, se presenta muy ácido, fresco, con alguna fruta que apenas se expresa y nada más. Muy liviano y sin nada de cuerpo.
Después viene el Pinot Noir, vinificado como blanco y cosechado en las mismas condiciones que el anterior. Este segundo vino base no aporta prácticamente nada organolépticamente, pero da una idea de estructura, como si fuese el esqueleto de vino, sin ningún aditamento encima.

A esa altura vamos entendiendo de qué se trata el juego.

Para el tercer vino caemos todos. El blend, o mezcla de ambas muestras, nos muestra cómo el Chardonnay que no tenía ningún músculo se "sube" sobre el Pinot Noir y juntos se expresan mucho mejor, dando cada uno lo mejor de sí.
Finalmente abrimos el espumante Brut Nature y degustamos comprendiendo qué es lo que pasó en el medio.
Gracias a don Onofre y a Chandon por la experiencia y el conocimiento.

Un largo día nos queda por delante, visitaremos otras dos bodegas del mismo grupo.
Continuará.


Comentarios