Cassone en la Toscana

Acalorado y cansado de dar vueltas por Echesortu sin poder conseguir un lugar para estacionar llego sudando la gota gorda al Oasis Enológico de Zona Oeste. Como siempre me reciben los inefables Bologna Brothers con sendas sonrisas y camaradería. Es que hoy es un día especial. Es martes 16 de Febrero de 2016 y a La Toscana llega Federico Cassone, el hacedor y comunicador de la bodega Familia Cassone para hablarnos de sus vinos. Gran plan.

Familia Cassone nace como bodega en 1998 fundada por Eduardo, padre de nuestro interlocutor del día. Aunque la familia se dedicó a la producción de uvas para terceros durante un par de generaciones antes, es a partir de esa fecha que empiezan a producir sus propios vino.  La bodega está enclavada en pleno Lujan de Cuyo (Mendoza) en el distrito de Mayor Drummond.


Federico estudió en la renombrada Universidad de Davis en California y se declara completamente fanático de Lujan de Cuyo, de la forma que toma la vid en su región. Entiende las posibilidades de otras latitudes, pero se declara enamorado de la fruta, la sutileza, la elegancia que los vinos expresan en su terruño. Lo dice muy convencido el hombre y contagia su convicción.
Nos cuenta que la bodega produce dos líneas básicas de vinos. La de varietales jóvenes llamada Finca La Florencia y la reserva llamada Obra Prima. Dos búsquedas y dos identidades diferentes.
Degustaremos hoy los vinos de la línea Obra Prima.


Arrancamos tranqui con el Obra Prima Rosado 2015 de Cabernet Sauvignon. Ya partimos con la rareza de un rosado de cabernet, cosa que  no hay practicamente en el mercado. Tiene un color como a cáscara de cebolla, medio naranjita. En nariz es muy frutado, como a frutillas o cerezas muy dulces y un toquecito como de caramelo. En boca es una golosina. Es dulce y frutado. Con una acidez apenas presente y un cuerpo medio que le da una presencia que no suelen tener éste tipo de rosados. Buen vino dulzón y fresco para empezar.


Seguimos con la especialidad de la casa a mi gusto. El Obra Prima Cabernet Sauvignon. Es en éste vino donde se ve plasmado todo lo que el enólogo fue diciendo de qué es lo que pretende lograr. Es un vino con una importante concentración en color. En nariz es frutado y con un pimiento verde muy presente, pero no salvaje, más bien domesticado. Todo sobre un fondo como a vainillas,  manteca y tabaco. Ha pasado 1 año en barrica y la madera hace lo suyo. En boca es amable y elegante. Tiene una entrada un poco dulzona, con un gran cuerpo pero suave aunque conserva un toque de astringencia. Llena la boca y es largo, pero no se le encuentra ninguna punta o elemento agresivo. Es un educado señor de Drummond que nos viene a contar un montón de cosas de cómo es su casa. Gran Cabernet Sauvignon hecho al estilo del Nuevo Mundo, con mucha madera, concentración y fruta. Aplausos.

Seguimos con el Obra Prima Coleccion Corte 2011. Un corte en base a Malbec con porcentajes menores de Cabernet Sauvignon y Merlot.  Bien concentrado en colores. En nariz al principio aparecen frutas negras como arándanos bien frescos y algo herbáceo, para dar lugar despues a la frutillas bien madura y dulce. Todo en un ámbito como "mantecoso o chocolatoso" de la madera. En boca explota la fruta con una acidez fresca inesperada, un cuerpo importante con tonos también a chocolates y un final un poco amargo que agrega otro dato a la riquísima complejidad del vino. Es para quedarse pensándolo. Pensando en todo lo que se dice de la nueva enología y la concentración y el uso de la madera.


Continuamos con el Malbec Coleccion de Obra Prima 2013. También de una concentración de color que lo lleva casi al negro. Aquí la madera está muy presente. Mucho más que en los otros vinos. Se siente una mermelada como de frutilla, una nota como a cuero. En boca es muy frutado, dulzón y con una acidez fresca. Largo y goloso. De los degustados fue el que menos llamó la atención.

Terminamos con el Maximus Obra Prima 2011. Corte de Malbec con porcentajes menores de Cabernet Franc y Syrah. Opulento en la copa se mueve despacio prefigurándonos algo importante. En nariz arranca con una nota a flores un poco marchitas, siguiendo con una nota a frutas negras y rojas muy maduras. Higos quizás. Detrás de todo eso aparecen las especias y todo sobre un tabaco muy suave. En boca es envolvente, con acidez presente, pero es notoria la presencia del syrah, pegando arriba, en el final del paladar. También frutado como los demás, pero en menor medida. Es fresco a pesar de la importante estructura. Es un gran vino que hay que decantar seguramente y seguirá brindando cosas con el pasar de los minutos.

En conclusión la idea de Familia Cassone es que hacen vinos ricos. A su modo son complejos, pero no se nota a primera vista. Son vinos gustosos, golosos. Todos tienen un aire dulzón y frutado. Buscan todos la coexistencia de la estructura de la madera con la frescura de la fruta. Hay en general un equilibrio entre los dos elementos y se disfrutan.
Y de paso repensar eso de ponerse en veredas diferentes. Discutir si madera o fruta. Si nuevo o viejo mundo. Si concentración o acidez. Si verde o rojo.
En una de esas todos los vinos tengan su lugar y la cuestión es saber disfrutar los buenos vinos cuando haya que disfrutarlos.
Ampliaremos.
Y como dice la gran Lola Tedeschi. Chau chicos!

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