Llueve sin parar hace algunos larguísimos días en nuestra querida perla del Paraná. Todo lo que no funcionó el pluviómetro en los meses pasados parece estar cayendo ahora sobre nuestras humanidades litoraleñas.
Por suerte siempre hay algo que hacer en el mundo del vino y no puedo dejar de aceptar la invitación de la Asociación Rosarina de Sommeliers a participar de la presentación en Abarrote (el agradable espacio de vinos y gastronomía de calle Paraguay al 700, en pleno centro), de las noveles novedades de Bodega Viña Cobos (por mí denominada como los Campeones Mundiales del Malbec, o CMM a partir de ahora).
Excelente plan para el hiper-húmedo mediodía del 04 de Mayo de 2018.
Publicando en redes las fotitos del evento me escribe mi colega blogger Nicolás Orsini contando que justo estaba escribiendo sobre su visita a la bodega sucedida hace unas semanas. Probando los buenísimos vinos que tomamos, no puedo dejar de envidiarlo sanamente. Ojalá que las conclusiones sean similares.
Bodega Viña Cobos nació en los noventa con la llegada del reputado enólogo norteamericano Paul Hobbs a la Argentina, desde donde comenzó por lo más alto elaborando el Cobos Malbec, uno de los vinos más caros, ricos y exclusivos del pais. De allí fue desarrollándose e imponiendo la marca Malbec por el mundo. La bodega se fué expandiendo y abriendo su portfolio a lineas más bajas y sobre todo expresando en cada una de sus novedades, diferentes tipos de terroir desde Lujan de Cuyo a Valle de Uco en Mendoza repartidos en 45 productores aproximadamente. Hace un par de años, Molinos Rio de la Plata compró el 50 % de la bodega y entró en sociedad con Hobbs, pero eso es una cuestión de negocios.
Como dijimos, la especialidad de la casa es el Malbec. Tienen diez etiquetas en total. Pero también cuidan la expresión del Cabernet Sauvignon y hasta hay unos Chardonnay muy al estilo californiano que también estan buenísimos. Vinos untuosos, intensos, de perfil internacional y a la manera norteamericana. Dulzones, masticables, muy concentrados. Esos vinos que gustan tanto a cierto tipo de consumidor de alta gama argentino.
En total probamos 6 etiquetas, dando un pequeño paseo por las bondades que Viña Cobos tiene para mostrar.
Arrancamos con el Bramare Chardonnay Los Arbolitos Vineyard 2017.
Exhuberante. Muy aromático a manteca, miel y frutas blancas como ananá. Tiene un toque como herbáceo también, suponemos que por lo jóven. En boca tiene una estructura untuosa y avasallante. Es como una especie de néctar, pero a la vez mantiene una acidez fresca y un poco cítrica que acompaña muy bien ese dulzor que atrapa. Lo siento un poquitín alcohólico al principio, pero después se va apaciguando en la copa y va tornando a una especie de almíbar que recuerda entre el durazno blanco y el ananá. Largo y rico. Muy bueno para acompañar comidas. A un sugerido de $ 850 nos cuesta encontrar con los compañeros de mesa otros ejemplos de Chardonnay en ese rango de precio en el mercado. Los hay pero son escasos. Es un vinazo sin dudas.
Continuamos con el Felino Malbec 2017. Entrada de gama a un sugerido de $ 390. Estuvo 8 meses descansando en barricas americanas y francesas de roble. Uvas provenientes de Valle de Uco y Lujan de Cuyo. Nueva etiqueta blanca para el menor de los Cobos. Mas sobria y llamativa que la anterior.
Ya en la copa se lo ve pesado y oscuro. Arranca en nariz con aromas a flores y un poco herbáceo. Después se va abriendo y aparecen frutos negros, como arándanos. En boca está un poco tánico todavía. Jóven y demasiado impetuoso. Le van a venir bien unos meses más en la botella para ir aplacándose. Cuando lo haga va a ser una muy buena opción.
Seguimos con el Felino Cabernet Sauvignon 2017. Al mismo sugerido que el anterior. A pesar de ser especialistas en Malbec, los señores de la bodega tienen una muy esmerada búsqueda con la reina de las tintas. Así han ido desarrollando unos muy ricos varietales. Este particularmente tiene el mismo tratamiento que su hermano Malbec en cuanto al uso de la madera. Es muy rico aromáticamente expresando frutas rojas y tonos especiados, como a pimienta negra. En boca es donde mejor funciona. Es delicado, con una entrada bastante dulzona y acariciadora. Buena acidez y media estructura. Tiene recuerdos como a carne, algunas mermeladas y caramelo. Se va abriendo y desarrollando con el tiempo en copa. Aguantó un rato largo y lo fuí disfrutando cada vez más. Alejadísimo de las piracinas que aparecen en otros ejemplos del varietal en el pais, es un delicado y potente Cabernet Sauvignon que da gusto disfrutar.
Había en la bodega un salto (de precio sobre todo) entre la línea Felino y la Bramare. Es para ocupar ese espacio que nació el Cocodrilo. Un blend que cambia año a año con uvas seleccionadas especialmente y que ocupa el rango medio del portfolio de la bodega. Con 14 meses de crianza en roble.
Degustamos en éste caso el Cocodrilo Blend 2016. Con base de Cabernet Sauvignon, acompañado que porciones menores de Malbec, Petit Verdot y Cabernet Franc.
Lo siento al principio mentolado y fresco. También un poco herbáceo. Después cuando se abre se sienten frutas negras, como arándanos muy maduros y luego un poco de pimienta blanca. En boca es turgente, amable, fuerte y dulzón. Buena estructura y largo. Para nada tánico ni agresivo, al contrario, acaricia el paladar. Impecable. Tiene una simpleza y complejidad al mismo tiempo que lo deja a uno pensando. Tiene un precio sugerido de $ 595.
Y entonces llegó Bramare.
Bramare es el comienzo de la línea alta de Viña Cobos. Tiene una primera llamada "Appelation" que refiere a las grandes zonas de donde provienen las uvas y otra llamada "Vineyard Designated" que ya entran en la categoría de Single Vineyard o vinos de una sola finca y que portan en nombre de cada una de ellas en su etiqueta.
De todas ellas disfrutamos dos, y eso ya es mucho decir:
El primero fue el Bramare Malbec Lujan de Cuyo Apellation 2015. Gran intensidad aromática. Al principio sentí un recuerdo muy similar a las ciruelas frescas, como a esa mezcla de aroma entre la cáscara y la pulpa. Luego fué tornándose más dulzón y aparecieron las mermeladas. Y después membrillos y pasas de uvas. Y todo con un caracter muy importante. Chocolate amargo y tabaco también aparecieron en algún momento. Hasta toquecitos especiados, como a romero y cuero surcaron el ambiente. Todo ésto fue pasando con los minutos del vino en la copa y cómo iba abriéndose poco a poco. En boca es untuoso, muy dulzón, fresco, imponente. Buena acidez. Sedoso y enorme. Excelente y masticable. Recuerdos de mermelada. Gran vino, excelente para disfrutarlo de punta a punta. Y todo a un sugerido de $ 749.
Para finalizar nos presentaron al Sr. Bramare Malbec Rebon Vineyard 2015. Rebon es el apellido del feliz propietario de la finca de dónde provienen las uvas que producen éste vino y se encuentra en La Consulta, en el departamento de San Carlos del Valle de Uco de Mendoza.
Finos aromas mentolados y a especias. Después se pone un poco más floral, como a violetas. Notas a vainillas de la madera. Rico, fino. si el anterior era exhuberante, éste es fino y delicado. Acidez fresca y el tanino dulce y rico marca registrada de la bodega. Delicadeza, elegancia, presencia, fineza son todas palabras que me surgen al intentar describir este vinazo que tiene un sugerido de $ 1.750.
Terminamos la velada comiendo algo en la planta baja de Abarrote y compartiendo con algunos de los miembros de la Asociación Rosarina de Sommeliers. Estuvo buena la degustación. Viña Cobos tiene una personalidad bien definida. Vinos golosos, muy al estilo nuevo mundo, concentrados, ricos, ampulosos, impactantes. Vinos de alta gama que no están al alcance de cualquier bolsillo. Vinos que dan garantía de una impecable elaboración y que uno sabe que va a encontrar eso que busca en cada descorche.
La línea Felino tiene una razonable relación con el precio y es una buena opción a la hora de compartir en familia y amigos. El Cocodrilo es uno de esos gustos que uno se da de vez en cuando de tomarse un vino complejo, completo, rico. Para la línea Bramare hay que reservarse esos momentos únicos, memorables y no van a fallar seguramente.
Así será hasta la próxima, salud la barra!
Recién paso a leer por acá! Me atrasé un poco con la nota (jejeje) aunque a simple vista veo que coincidimos con Rebon :) Salú!
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