Ernesto Catena Vineyards en Al vino vino. Fuerza Natural

Puedo equivocarme 
tengo todo por delante 
Nunca me sentí tan bien 
Viajo sin moverme ( de aquí) 
de "Fuerza Natural" de Gustavo Cerati



Ernesto Catena porta un apellido de los más pesados de la vitivinicultura argentina. Dirige la emblemática bodega Escorihuela Gascón y desde hace unos años tiene su propio emprendimiento: Ernesto Catena Vineyards. 
Ernesto Catena hace de la búsqueda un plan. Del riesgo una regla. De lo diferente una norma. Embellece sus botellas con etiquetas diseñadas por artistas plásticos. Todos los años sus vinos cambian, mutan, son diferentes. No tenemos acceso a la ficha técnica de alguno de ellos.  Aplica los principios biodinámicos al cultivo de la vid en un intento de crear un puente entre el vino y la naturaleza. Se hace llamar Creador de Vinos en vez de enólogo o bodeguero. Es un dandy que intenta generar sensaciones en vez de vender vino.



Pero el riesgo tiene sus riesgos. Por un lado se puede presentar un producto que está fuera de la media del gusto de los consumidores. Por otro las cosas pueden no salir como estaba planeado. De esos riesgos, la biodinamia, lo diferente, lo snob y el arte se va a hablar y degustar hoy miercoles 16 de marzo en Valdovina, en una cata exclusiva organizada por la vinoteca más grande de Rosario. 

Al Vino Vino nos presenta hoy los vinos de Ernesto Catena.  

Llego tarde y me han guardado una silla en la mesa de los galanes. Por orden alfabético estan los amigos Emiliano, Vettorello, Nacho, Jorge, el gran Dani Badalassi, el Capitan Kaller y el Sommelier del Pueblo Tomassoni.  Un grupo hermanado por el vino. Invitados todos por el amigo sommelier Damian Ajubita. 

La concurrencia es alta. Somos un montón y en una de esas se generan distracciones y falta de entendimiento en algunas cosas, pero hacemos el esfuerzo y degustamos los vinos de don Ernesto, que para eso vinimos. 
Empezamos con un jóven singular. De la línea Padrillos, un Pinot Noir 2015. De un llamativo color turquesa en su etiqueta, más llamativos aún son sus aromas.  Frutado, si muy. Con notas de frutillas frescas y duraznos. Toques de cuero (la nota loca que sería como oler un cinturón) y verduras verdes como arvejas y herbaceo. Muy interesante y rico en aromas. En boca no es tan frutado como parece y se potencian las notas herbáceas que aparecieron antes. Es fresco, es liviano pero intenso. Tiene un largo mas que respetable y está bien expresada la cepa. Gustó en la mesa. 




Seguimos con un Cabernet Sauvignon 2014 de la línea Animal. Es este uno de los exponentes de los vinos biodinámicos que elabora la bodega. Ya en su coloración nos extraña su baja intensidad. Es rojo rubí muy brillante, pero más bien traslúcido. En nariz se sienten algunas frutas rojas frescas acompañadas de una presencia perceptible de madera. Allá detrás y como escondiéndose están los pimientos verdes que uno busca en los cabernet sauvignon. En boca es fresco y frutado. Tranquilo y tomable. La mesa dispara que no parece un cabernet. Me quedo pensando en los riesgos y que no me convenció. El sommelier a cargo nos dice que para él le falta botella. Nos permitimos disentir, el vino es así. 


El tercero es de la línea Siesta en el Tahuantinsuyu. Un Cabernet Franc del año 2012. Paso sin demasiado ruido por la cata lunatica de los Digame Sommelier de hace unos dias (ver http://digamesommelier.blogspot.com.ar/2016/02/cata-lunatica-de-cabernet-franc.html ). Intenso en color. En aromas frutas rojas maduras en consonancia con tostados de la madera y un toquecito de aceituna negra. En boca llena, es untuoso, medio mantecoso con toques de chocolate. Seca, todavía está un poco astringente. A éste sí le falta un poco de botella. En una de esas en un par de años nos podrá decir más cosas el soñador fruto de don Ernesto. 




El cuarto es un vinazo que me sorprendió. El .Tikal Natural 2012. Un corte de Malbec y Syrah demoledor. Se lo ve oscuro, violáceo pero no pesado. En nariz se me aparecen higos confitados o dulces. Fruta negra dulce pero no mermelada y unos toques especiados que ponen el moño. En boca es más malbec. Con un ataque dulzón y frutas rojas como ciruelas. Acidez fresca y toques chocolatosos y ricos. Largo final para disfrutar. Fresco y rico el natural. muy bien. La mesa aprueba. 




Y terminamos con otro Tikal. Esta vez el Jubilo 2012 corte de Malbec y Cabernet Sauvignon. Lo tomamos sin decantar y creo que éste vino se merece un decanter. De todas maneras en nariz expresa los pimientos verdes junto con toques tostados de la madera. En boca es fresco, se sigue expresando la madera y tiene toques mentolados. Es dulzón y agradable pero con cuerpo fortachón. Tiene buenísima acidez y un largo considerable. Gran vino para el final.

Despues comimos rico y nos fuimos pensando en que el vino también es concepto. Que muchas veces se vende eso adosado a la bebida y que éstos vinos también son lo que significan. Buenos o malos, así son. Y que viva el Tikal Natural.
Al final foto de grupo de la mesa y escriba muy serio pensando en lo que va a escribir. Abrazo a tutti.


Comentarios