Línea Old Vineyard de Humberto Canale en Catas de Garage.

Otro éxito del Sommelier del Pueblo. El Miércoles 5 de Septiembre de 2018 nos dimos cita en el local con más onda de Avenida Arijón para degustar una de las más interesantes líneas de vinos de la industria nacional.
Sala llena y ganas de disfrutar nuevas experiencias vínicas como siempre fueron el marco de la cata dirigida por Octavio Zanarello, que en su particular estilo nos contó algo de la historia de la bodega madre de la vitivinicultura patagónica y una de  sus líneas más caracterizadas.
Bodega Humberto Canale lleva el nombre de uno de sus fundadores, Ingeniero el hombre, que en 1909 llegó a la zona del Alto Valle del Río Negro para diseñar y construir sistemas de riego. Pasado el tiempo en la zona y viendo sus peculiares características que la hacían apta para el cultivo y producción frutal, junto a su profesor y guía, Luis Huergo decidieron comprar unas 200 hectáreas en las cercanías de lo que en un tiempo iba a ser General Roca para plantar frutales y vitisviníferas.
Una cosa llevó a la otra y se encontraron produciendo vinos hacia 1912. Vinos que se distribuían por la zona y que pronto llegaron a la CABA por medio del ferrocarril.





Pasados algunos años, don Huergo se retiró del negocio y siguió con la explotación don Humberto Canale, que le dió su nombre a la bodega, que desde entonces es una empresa familiar que va por la quinta generación de descendientes del fundador a su cargo. Sosteniendo la estructura familiar e incorporando tecnología, Bodega Humberto Canale entró con todo a la reconversión de la vitivinicultura argentina siendo un ejemplo de bodega patagónica que hace cantidad y sosteniendo la calidad de sus productos.
Y la bodega tiene una línea muy particular. De lo más alto de su producción, tiene cinco etiquetas con un simpático dibujito de un señor dándole la mano a una pequeña niña, que engloba unos muy interesantes vinos que surgen de fincas antiguas de propiedad de la bodega. Suelen gustarme mucho cada vez que los pruebo, tiene una aceptable relación entre la calidad y el precio y expresan muy certeramente lo que se espera de un vino patagónico. Se trata de la línea Old Vineyard que vamos a degustar casi completa en la cata, pero que pude probar unos días más tarde el que faltó para completar la familia.
Así que arrancamos después de la introducción histórica con los vinos, que a eso vinimos a Catas de Garage!


El primero es uno de los pocos ejemplos argentinos (5) de varietal hecho con una cepa alemana. El Humberto Canale Old Vineyard Riesling (La Morita) 2017. El vino es clarito, casi transparente. En aromas es más bien austero. Da una impresión al principio como a "perfume" algo entre lo floral y lo herbáceo. Además se siente una fruta blanca bien fresca, algo así como una pera fresca y un toquecito mineral. En boca entre punzante, bien en punta con una acidez provocadora y firme. Sorprende porque además, tiene un buen cuerpo, algo grasoso y un buen largo que termina en un agradable final. Es un vinazo blanco, que por su acidez, no es para cualquiera, pero al que si se le tiene paciencia, uno puede disfrutarlo mucho. Tiene un precio sugerido de $ 280.


El siguiente es un vino que resultó una de mis más grandes sorpresas de fines del año pasado. Se trata del Humberto Canale Old Vineyard Rosé Pinot Noir 2017. Un rosado de Pinot Noir. Un muy llamativo rosado, con ese color a cáscara de cebolla tan en boga entre sus pares. En aromas, floral y con recuerdos de frutilla un poquito dulce. En boca una muy buena y viva acidez y tonos como "carnosos". Es un vino muy rico, delicado y un poco salvaje al mismo tiempo. Recomendadísimo para cuando se quiera degustar un rosado que deje su huella en nuestra memoria. Tiene un precio sugerido de $ 280.


Pasando a los tintos, probamos primero el Humberto Canale Old Vineyard Malbec 2015 (Los Griegos). Un vino con un muy buen color violáceo intenso. En nariz arranca un poquitín herbáceo, pero se va abriendo a frutas rojas bien chiquitas y recuerdos avainillados. Después toma un tono como anisado y se va poniendo más fresco. En boca tiene una entrada dulzona y tranquila. Una muy buena acidez natural y un cuerpo medio. Tranquilo, tomable, fresco. Sin grandes concentraciones ni corpulencia, nos da una versión bebible de la cepa nacional, así como se da en la Patagonia. Su sugerido es de $ 440.


Pasamos luego al Humberto Canale Pinot Noir Old Vineyard Pinot Noir 2015. De color mas bien amarronado. Con aromas terrosos y a fruta madura, algo así como mermelada de frutillas. Se siente su paso por madera. En boca entra directo, con una acidez bastante puntiagudo y un tanino aguerrido y un poco rasposo, y algo dulzón. Es áspero y delicado a la vez. Un vino muy fino y disfrutable. Precio sugerido de $ 440.


Pasados los hermanos de la línea Old Vineyard, nos encontramos con un "colado" de lujo.
Probamos para encontrar la diferencia entre líneas, el Marcus Gran Reserva Pinot Noir 2014. Un vino con una concentración de color sorprendente para la cepa. En nariz expresa mermeladas de frutillas y recuerdos como a chocolate amargo. Surge un recuerdo a hongos en algún momento. Es notorio el mayor paso por madera que su hermano de la Old Vineyard. En boca es redondo y dulzón, con recuerdos a frutas y un largo importante. Es más acariciador que el anterior. Más tranquilo. Tiene un sugerido de $ 700.

Terminada la degustación comimos de primera como siempre en CdG y la pasamos bárbaro entre amigos del vino. Pero me había quedado la espina de no haber probado el único ejemplar que nos faltó de la línea Old Vineyard...


Fue así que una semana después hicimos con el Capitan, Dana y Tintomaníaco, nuestra tradicional visita a vinotecas bajo el nombre de "Vino en Vinotecas" y tomamos por asalto Vintage, la vinería de 9 de Julio entre Riccheri y Suipacha. Aproveché la volteada para convencer a mis compañeros (que tampoco son tan difíciles de convencer) de arrancar nuestra degustación casera con el Humberto Canale Old Vineyard Semillón 2016. Nos gustó la idea de probar esa añada porque tenemos entendido que al Semillón le cae bien el paso del tiempo en botella. Así que lo abrimos y vimos un vino de un amarillo bastante concentrado. En aromas muy, pero muy frutado. Peras, ananá, damascos, duraznos blancos. Todas las frutas dulces. Tintomaníaco se acordó del Clericó, esa bebida dulce y muy frutada que se suele beber en las festividades de fín de año. Todo sasentimos. Recordamos el almíbar de la ensalada de frutas. En boca es untuoso, grasoso, acariciador. Voluptuoso en boca, con una acidez bastante importante, pero con un dulzor y una sedosidad envidiable. Excelente el Semillón de la línea Old Vineyard, casi que me animo a decir que es el que más me gusta de todos. Tiene un precio de $ 280 sugerido.

Excelente todo. Recomiendo con entusiasmo todos los vinos de la línea Old Vineyard de Bodega Humberto Canale. Esta es de las notas que me gusta escribir.
Salud a tutti la barra, y seguiremos viéndonos por ahí.

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