Lo bueno, lo malo, lo feo. Preguntas en relación al vino y su mundo.




Vienen pasando algunas cosas por mi cabeza. Algunos eventos en relación a percepciones diferentes de ciertos vinos y charlas con amigos de catas.
Intentar entender lo que consumimos, o por lo menos abrir los ojos ante cosas que parecen extrañas, o no nos gustan o simplemente tenemos ganas de saber es meterse en un laberinto del que muchas veces uno no encuentra la salida. Sobre todo en ésto del vino que es una industria, no una ciencia, y por lo tanto las respuestas sólo están para mejorar la rentabilidad y no educar al soberano. Profundizar el conocimiento no hace más que agrandar el vacío de la ignorancia. Cuánto más sabemos, menos sabemos, diría alguien con un poco más de conocimiento que el mío.
¿Que es lo bueno? ¿Que es lo malo? ¿Hasta qué punto es el gusto o un defecto del vino el que te hizo sentir que te alejás de una copa? ¿Estamos preparados para enfrentarnos a una góndola, o solo nos entregamos mansamente a los consejos del vinotequero de turno? ¿Compramos una botella en el super sólo porque nos gustó la etiqueta y el precio es conveniente? ¿A la industria le conviene un consumidor que se hace preguntas? ¿O prefiere un cerrado grupo de aplaudidores que veneren en todo momento las  novedades que presentan?
Conocer, saber, preguntarse, equivocarse, decir una barbaridad o pegarla de puro Cacarullo, como el mago, es el ejercicio humilde que intento hacer cuando me siento delante de la computadora a escribir ésto que escribo. No es mi intención ser periodista especializado, ni reproducir gacetillas. Tampoco voy a tirar bombas para llamar la atención. Y mucho menos voy a declinar una invitación, sepanlon! Nomás compartir lo que veo desde mi pequeño lugar, para echar un poco de luz y ayudar a quien se vaya a comprar una botellita de vino a no pifiarla tanto.
Toda ésta intruducción es para intentar llegar a algunoa especie de definición de qué es lo bueno y hasta dónde juega el gusto personal en ello.
Pongámosle que en una primera aproximación podemos decir que un vino es bueno cuando no presenta defectos. Sabemos que hay defectos y enfermedades del vino. Las enfermedades son causadas por microorganismos aeróbicos o anaeróbicos que se introducen en la botella y cambian la conformación del vino. El más clásico es el "picado" que genera un muy característico sabor a vinagre. Los defectos tienen causas inorgánicas, como la exposición al calor, o a la luz que también arruinan al vino.
Identificar una enfermedad o defecto es importante. Puede ser la diferencia entre decir que un vino está malo o que no es del gusto del consumidor. Así, como dije es fácil identificar un vino picado. Pero no tanto, por ejemplo, cuando tienen el llamado  olor a corcho que es una enfermedad causada por una bacteria presente en el tapón de alcornoque. O el defecto de "la luz" que se produce cuando un vino blanco está expuesto a la luz directa mucho tiempo y genera aromas como a soja al probarlo...
El mismo brett, que es el olor como a "establo" o sudor de animal que lo produce una bacteria llamada Brettanomyces, es aceptable y hasta disfrutado por algunos consumidores, pero no deja de ser una enfermedad, con causas muchas veces en la falta de higiene en las barricas donde descansa el vino antes de ser embotellado.
La lista es muy amplia y engloba algunas consecuencias no deseadas que son bastante imperceptibles para el público no conocedor. Incluso los más sabihondos pueden llegar a pasar de largo algún defecto si no se presta la suficiente atención y decir que cierto vino no es rico, o no recomendarlo, sólo porque contiene un defecto.
Dejo el link a unos apuntes del INTA que son bastante técnicos, pero pueden ser de utilidad a quien quiera profundizar.

DEFECTOS DEL VINO

Y ahí aparecen otras preguntas.
¿El consumidor debería estar más educado? ¿Las bodegas deberían tener más cuidado? ¿Cuando devolver una botella? ¿Le conviene a la industria divulgar sobre los defectos y enfermedades? ¿Alguna vez van a sacar las parrillas los vinos de encima de la cocina, donde el calor circundante indefectiblemente va a perjudicar al vino?
Muchas de las preguntas anteriores tienen respuestas de casi imposible resolución.
Es evidente que un consumidor educado es mejor para todos. Pero imaginémonos a todos los bebedores de vino estudiando enología al mismo tiempo... ¿Cómo educarse entonces? El enófilo autodidacta suele ser  la figura más reconocida en el medio. Pero tampoco se puede dejar al libre albedrío o buena voluntad del que toma. ¿O será mejor que los defectos no se noten?
Por otro lado nunca faltan los enolog@s que te mandan a estudiar o te espetan falta de conocimiento cuando les señalas alguna pequeñez que no les gusta. Si es para elogiar sos un genio y si es para criticar (por más nimia que sea la crítica), no sabés nada, o no entendés, o percibiste mal. Entiendo que lo importante es vender el producto, pero choca un poco cuando no le faltas el respeto a nadie preguntando.


No conozco cifras exactas, pero hay un porcentaje muy menor, pero real, de botellas con defectos en el mercado. No está mal que así sea. Problemas con el tapón, mala guarda, algun bichito que se coló en la bodega. El vino es un producto natural y no una gaseosa, por lo que es entendible y hasta elogiable que haya esos pequeños "defectos". No ocultarlos, intentar detectarlos y devolver una botella cuando está mala es un buen ejercicio que también hace a la cultura del vino y sin dudas nos mejora a todos.

Finalmente pensar que pasa con el gusto y todo lo antedicho.
Toda persona tiene un gusto definido. Aquellas cosas que le dan placer y otras que no. Personas que tienden a disfrutar más lo amargo, o lo dulce. Algunas que son más sensibles a los taninos y otras que prefieren la patada al paladar. Gente que agradece la acidez y otra que hace el típico gesto de chupar un limón ante un rico Torrontés. Todo ésto es también entendible y hay que intentar diferenciar el gusto que es subjetivo, de la identificación de defectos que es una cuestión objetiva.
No porque no nos guste un vino es malo. No porque nos guste, un vino no tiene un defecto.
Quizás ire ampliando las cosas que pienso al respecto. O no, solo queden preguntas para hacerse. Veremos.
Por ahora gracias por detenerse un rato en leer este texto que no lleva necesariamente a ningún lado y ojalá sirva para abrir un poco la cabeza.
Salud!







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