Presentación de Bodega Bianchi para ARS

Vengo de una nota sobre una de las bodegas más tradicionales de Argentina y sigo con otra, en la que parece ser la semana de las Bodegas Históricas.
Como parte de las actividades organizadas por la Asociación Rosarina de Sommeliers para sus asociados, el Viernes 14 de Septiembre de 2018 nos dimos cita en Abarrote para escuchar a Florencia Yrazusta la sommelier encargada de la comunicación de Bianchi.  Muy buen plan para arrancar el fín de semana.




Y hablar de Bianchi es hablar también del Oasis Sur mendocino. San Rafael es un punto neurálgico de la vitivinicultura argentina y muchas veces no se le presta la suficiente atención entre los que andamos en el mundo del vino. Cuna de grandes bodegas de dónde provienen muchas de las etiquetas más conocidas de las mesas vernáculas. Carácter frutado, delicado paso por boca, esas características propias que hacen de sus vinos de una personalidad reconocible.
Bianchi tiene 90 años de historia en San Rafael. Es una empresa de tipo familiar que va por su cuarta generación al frente de la producción. Con figuras como Valentín, Enzo y Tincho Bianchi que fundaron y siguieron una tradición de cómo se hace el vino en la firma y pusieron a la bodega en el lugar que se encuentra hoy. Y en plena restructuración hacia formas más modernas de producción y comercialización, sin perder lo tradicional, ya sin ningún Bianchi a cargo de la enología, pero con impulso a reinventarse y posicionarse también en la Alta Gama del vino argentino, más allá de productos masivos que viven diariamente en las mesas argentinas como el Don Valentín Lacrado y el New Age.
Probamos algunos vinos de las gamas medias y altas.


Arrancamos con un blanco. De la línea Famiglia Bianchi, probamos el Chardonnay de 2016. En color, bastante concentrado, medio cobrizo. Arranca en nariz con un aroma a miel bien intenso, luego mezclándose con un carácter floral y recuerdos medio "mantecosos" de su paso por madera. Aparecen algunas frutas blancas por ahí, pero no demasiado. En boca entra intenso, un poquitín dulzón, tiene una acidez fresca y plácida. Recuerdos frutales a fruta blanca y buena persistencia. Es rico. Quizás pudiera ser un poco más largo, pero se disfruta. Florencia dice que le parece muy gastronómico. Su sugerido es de $ 345.


Seguimos con un premiado. Quizás el vino que hizo el quiebre en la bodega a partir de su premio en el concurso Vinalis hace un par de años. Hablamos del Famiglia Bianchi Malbec. Probamos la añada 2016. Un Malbec bien violáceo en color. Con aromas frutados, a frutillas o ciruelas bien frescas y dulces. Un toquecito apenas anisado sutil y un perfil un poquitín herbáceo. En boca es frutado, con una acidez fresca y rica. Entrada dulzona y una estructura media y tomable. No tiene demasiado músculo ni concentración, es más bien bebible y fresco. Su sugerido es de $ 345 también.


Con el siguiente vino damos un salto de gama y geográfico. Probamos el Gran Famiglia Bianchi Malbec 2016 que proviene de la nueva bodega adquirida por la empresa en el Valle de Uco y que produce vinos con uva de Chacayes y Vistaflores. La bodega tiene nombre propio, se llama Enzo Bianchi Valle de Uco y se dedica a los vinos Premium.
El vino en sí es oscurísimo. En nariz tiene una personalidad bastante floral y con recuerdos como a chocolate amargo y tabaco de su paso por madera. Le encuentro un toquecito como a canela también. En boca entra dulzón, pero tiene una estructura y un cuerpo mucho más amplio que su hermano sanrafaelino. Concentración, buena acidez, largo y con un final un poco agarrado todavía dejando un gusto como a chocolate amargo al final de todo que me gusta. Está un poco tánico todavía, quizás un añito más en botella le vendría bárbaro. Buen vino a un sugerido de $ 510.


Volvemos a San Rafael para probar el Bianchi Particular Malbec 2016.
La línea Particular tiene tres varietales, Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot y surgio a partir de vinificaciones que los enólogos hacían para su propio consumo y después comercializaron, de allí su nombre.
El vino en cuestión es muy oscuro. Con aromas bien dulzones a ciruelas y mermeladas de frutas rojas. Se siente su paso por madera en algunos recuerdos lácticos, como a leche condensada. En boca tiene una entrada dulzona y rica, pero aún está un poco intenso, vivaz, jóven. Un poco tánico. Es un vino untuosos, masticable, grande, pero sedoso. En unos años va a ser una bomba y hoy está muy rico. Su precio sugerido es de $ 650.


Finalmente para el brindis, probamos un espumante. El Famiglia Bianchi Brut Nature. Porque Bianchi, además tiene una champagnera, y sacó éste vino espumoso para su línea emblema.
Es un corte de Pinot Noir y Chardonnay realizado mediante el método champenoise. Tiene aromas muy intensos a levaduras, confituras, frutos secos. No hay mucha fruta por ahí, salvo un recuerdo a peras más bien perdido. En boca es untuoso, fresco, agradable, con una cuerpo intenso y jugoso. Buena burbuja, no tan pequeña y un final disfrutable. Tiene un sugerido de $ 500.

Finalizamos con agradecimiento a la Asociación Rosarina de Sommeliers por seguir construyendo y generando actividades en la ciudad, y a Bodegas Bianchi por sus ricos vinos.

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