Alta Gama Rosario 2017

Alta Gama es un clásico de todos los junio en Rosario. La feria de vinos que se ha mudado hace unos tres años a orillas del Río Paraná en los salones Terrazas al Parana de la Fluvial es una cita ineludible para los amantes del jugo fermentado de uva rosarinos. Año a año es uno de los eventos más importantes del mundo del vino del litoral y no podíamos dejar de estar.


Esta edición es particularmente emocionante para mi ya que el Maestro Moreno tuvo la deferencia de hacerme partícipe del jurado que eligió los mejores vinos de la feria.
Fueron seleccionados en categoría blancos dos vinos salteños y representantes de la muy argentina cepa torrontés.
En segundo lugar el Gran Linaje Torrontés de Bodegas Etchart.
Y en primer lugar el Amalaya Blanco de Corte Torrontés Riesling.
En la categoría tintos, en segundo lugar un vino al que hay que prestarle especial atención. El Aniello 006 Malbec, que es un vinazo patagónico, fresco y diferente.
Y en primer lugar el multipremiadísimo y reconocido a ésta altura Kalós Cru Malbec 2012. Un tremendo vino que deja su huella allí por donde anda.
Coincidí en general con los gustos del jurado. Aplausos para los ganadores.

Fueron tres noches seguidas de felicidad y vino de la feria en sí. 8, 9 y 10 de junio de 2017.
Fuimos el jueves 8 de Junio de 2017. Digo fuimos por mis amigos de la vida enológica, los Digame Sommelier. Estabamos en cerrada formación atacando los stands con nuestra característica sed de conocimiento, el Gran Capitán Kaller, el Sommelier del Pueblo Tomassoni, Penelope Glamour (alias Marcela Martinez), Dana, Lola con Juampi y Sole (de los Bologna brothers) acompañada por su hermano Martin ("El que Sabe).
Elegimos el primer día de la feria porque suele ser el de menor concurrencia, así uno puede andar por los stands sin apretujarse. De todas maneras me llamó la atención que ya desde el primer día estuviese casi repleto el cómodo salón donde se realiza el evento. Bajo la luz de las arañas del salón se agrupaban las  mesas en dos líneas laterales con tres "islas" en medio, dejando bastante lugar para la circulación y el esparcimiento.


En un salón aledaño hubo una serie de charlas muy interesantes sobre el mundo del vino y similares.
Probamos muchos vinos, algunos conocidos y otros no. Se podría hacer una larga lista de los seleccionados, prefiero puntualizar unos pocos que verdaderamente me sorprendieron y quedaron en mi memoria como para hablar de ellos.


Y dado el sobrenombre que he ligado de ciertas personas cercanas y queridas por la forma de escribir éstas líneas, empiezo con el Vino dei Poeti. El Bottega S.P.A. Prosecco. Un espumante italiano que me recomendó el siempre impecable Matias Galuccio y que es una exquisitez, untuoso, medio dulzón, con una buena estructura y gran experiencia. Aplauso para el italiano che!

Otro que me encantó y creo que es uno de los mejores vinos de la feria. El Luigi Bosca Las Compuertas Reserva Riesling es un vinazo. Con aromas minerales como a grafito, frutas como peras y manzanas y damascos y un toque herbáceo muy interesante. Gran untuosidad en boca, que llena pero a su vez con una acidez fina y punzante que refresca. Recuerdos a frutas y limón en boca. Gran vino. No hay foto de éste porque la felicidad que me dió al tomarlo me hizo olvidar de la cámara.


Otro blanco que me gustó mucho viene de San Rafael y es el Chenin Tributo de Jean Rivier. Untuoso. Ahumado en nariz, casi carnoso (recuerda a algo así como panceta) y dulces frutas como duraznos o damascos. Fresco y dulce aroma. En boca es muy delicado, pero con gran estructura. Me parece muy "culinario" como para acompañar muchas opciones de comida. Aplauso.


Me llevé una grata sorpresa con el Penedo Borges rosado con aromas a ciruelas y casis, pero también con tonos florales muy delicados. En boca una buenísima mezcla entre una acidez presente y un dulzor final y no empalagoso. Fresco y delicado. Un gran vino.

Pasando a los tintos, los expositores pusieron toda la carne al asador llevando varios de los grandes vinos argentinos para ser degustados. Una pequeña apostilla para ciertos sommeliers o encargados de los stands que "amarrocaban" las botellas ícono para algunos, lo que nos privó de probar alguno de ellos por no tener una cara conocida. Son poquísimas excepciones, pero notables. Entiendo eso de "margaritas a los chanchos", pero si no van a estar disponibles para todos, creo que sería preferible que ni los lleven.
Hablar del Eolo de Trivento, o el Colosso de Vicentin, o el Firmado de Foster, o el Kalos Cru o el Altocedro Reserva, o el Finca Ambrosía, o el Zuccardi Cruce de los Andes, todos grandes vinos. Excelentes, pero prefiero hablar de dos vinos tintos que me resultaron especialmente llamativos. No necesariamente son los mejores, son aquellos que me dejaron pensando.


Por un lado el Merlot de Laureano Gomez. Con la presencia del propio hacedor en el stand. Me sorprendió muchísimo éste vino. Muy característico varietal, con sus notas a frutas negras y flores como marchitas. Especias y vainilla y tabaco. En boca fino, rico, untuoso, láctico, comestible, pero también potente y un poco salvaje. Un muy buen equilibrio entre el cuidado de la fruta, el respeto a la varietalidad y la utilización de la crianza en barricas (unos 18 meses) que lo termina de redondear y hacer muy tomable. Una muy buena experiencia de una cepa que va perdiendo adeptos y hay que intentar rescatar porque está buenísima.


Y por último en medio de la línea de Foster, Nacho Vega, amigo de Hermanados del Vino, me extendió la botella del Foster Bonarda Reserva 2014. Evidentemente me gustan cada vez más los vinos de Mauricio Lorca y no dejo de sorprenderme con sus etiquetas. Esta vez me encontré con un Bonarda exquisito, dulzón y frutado, pero con una boca excelente, tomable, fantástico y redondo. Aplauso para éste vino.


Para finalizar uno que no es un vino. Un rico cognac mendocino de Bodega Don Angelo en dos versiones de cinco y siete años de añejamiento. Muy rico, a mi gusto más tomable el de cinco años. Linda experiencia y una rareza para tener en cuenta.

Y así llegó la hora del cierre y nos convertimos en calabaza a las 12, tomando el camino de regreso. Buena Alta Gama Rosario 2017, seguramente el año que viene nos volveremos a ver.
Salud.


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