Arranco con la primer entrega del mes de Marzo de 2020 de Vinos de Super con una buena botella.
En el Mercado del Patio me encuentro con una de las grandes promesas de la sommelierie rosarina. Me dió ganas de compartir la experiencia con alguien que me ayude a describir los vinos, y Nico Mercol, que hoy deja de lado su máscara definitivamente, me acompaña a hacer la experiencia de probar vinos masivos que se consiguen en los supermercados.
En el día de la fecha le toca a una bodega señera en la industria del vino, más conocida por sus espumantes, con una etiqueta que promete cierta distinción y a un precio en el que el consumidor ya empieza a querer encontrar cosas buenas.
Se trata del Navarro Correas Dolores Cabernet Sauvignon 2018.
Es un vino varietal de la cepa madre de las tintas, de proveniencia de las zonas de Los Arboles, San Carlos y Agrelo en la provincia de Mendoza. Tiene una crianza de un año en madera según la ficha técnica. Es 100 % Cabernet Sauvignon. Y lo abrimos en medio de un día calurosísimo en el Mercado del Patio con el querido Nico Mercol compartiendo un vaso de vino y una charla amena.
La primer experiencia al servirlo es el "olor a vino" que emana. Escribo las lineas anteriores mientras cae el líquido dentro de los vasos y siento ese aroma que me invade. Como si estuviesemos en una bodega de repente.
Al olerlo en nariz expresa poco. Convenimos que tampoco hace falta, porque está dirigido a un público que básicamente no huele el vino. Algo láctico solamente, como leche condensada. Lo mejor viene en boca, con una entrada muy redonda y carácter láctico y frutado. Buena acidez a pesar de lo anterior.
Vino sincero, simple (en el sentido que no es complejo), pero muy bien logrado. Correcto, sin nada que reprocharle, ni defectos. Se deja tomar. Al principio estaba un poco caliente, y picaba el alcohol en la boca, pero es de lo más normal del mundo que eso suceda. Enfriado se aplacó y dió todo lo que tenía que dar, que quizás para el especialista en el mundo del vino sea poco, pero para el público en general es un golazo.
Sin defectos, rico, redondo, con algo de madera que no invade la fruta y que lo hace un poco untuoso, bastante largo y disfrutable.
Su mejor lugar seguramente es en la mesa de los domingos con unas buenas pastas de la mamma.
A los efectos del maridaje, el amigo, Dani (propietario de un local de pastas en el Mercado del Patio), nos aportó empanadas de carne, y el resultado fue optimo. El vino se comportó de forma placentera, muchísimo mejor que con la pizza especial que habíamos pedido para comer. Se complementó perfectamente con la carne y la salsa de tomate y fuimos felices. Mas a nuestro favor pensando el vino junto a unos ravioles de ricota con salsa bolognesa.
Pruebelo en su casa, señor lector. Estamos seguros de que no lo defraudará.
Lo compré al módico precio de 263,50 en el super de la señora de Galicia de Rosario. Ese dato es fundamental, porque a esa plata hay muy pocas opciones que dejen contento al consumidor, y esta es una gran oportunidad de comprar un vino rico, con cierta complejidad y barato. Qué mas para ser feliz?
Sin más por ahora y esperando que al probarlo disfruten igual que nosotros este vino, los saludo muy atentamente hasta la próxima cata fraternal.
En el Mercado del Patio me encuentro con una de las grandes promesas de la sommelierie rosarina. Me dió ganas de compartir la experiencia con alguien que me ayude a describir los vinos, y Nico Mercol, que hoy deja de lado su máscara definitivamente, me acompaña a hacer la experiencia de probar vinos masivos que se consiguen en los supermercados.
En el día de la fecha le toca a una bodega señera en la industria del vino, más conocida por sus espumantes, con una etiqueta que promete cierta distinción y a un precio en el que el consumidor ya empieza a querer encontrar cosas buenas.
Se trata del Navarro Correas Dolores Cabernet Sauvignon 2018.
Es un vino varietal de la cepa madre de las tintas, de proveniencia de las zonas de Los Arboles, San Carlos y Agrelo en la provincia de Mendoza. Tiene una crianza de un año en madera según la ficha técnica. Es 100 % Cabernet Sauvignon. Y lo abrimos en medio de un día calurosísimo en el Mercado del Patio con el querido Nico Mercol compartiendo un vaso de vino y una charla amena.
La primer experiencia al servirlo es el "olor a vino" que emana. Escribo las lineas anteriores mientras cae el líquido dentro de los vasos y siento ese aroma que me invade. Como si estuviesemos en una bodega de repente.
Al olerlo en nariz expresa poco. Convenimos que tampoco hace falta, porque está dirigido a un público que básicamente no huele el vino. Algo láctico solamente, como leche condensada. Lo mejor viene en boca, con una entrada muy redonda y carácter láctico y frutado. Buena acidez a pesar de lo anterior.
Vino sincero, simple (en el sentido que no es complejo), pero muy bien logrado. Correcto, sin nada que reprocharle, ni defectos. Se deja tomar. Al principio estaba un poco caliente, y picaba el alcohol en la boca, pero es de lo más normal del mundo que eso suceda. Enfriado se aplacó y dió todo lo que tenía que dar, que quizás para el especialista en el mundo del vino sea poco, pero para el público en general es un golazo.
Sin defectos, rico, redondo, con algo de madera que no invade la fruta y que lo hace un poco untuoso, bastante largo y disfrutable.
Su mejor lugar seguramente es en la mesa de los domingos con unas buenas pastas de la mamma.
A los efectos del maridaje, el amigo, Dani (propietario de un local de pastas en el Mercado del Patio), nos aportó empanadas de carne, y el resultado fue optimo. El vino se comportó de forma placentera, muchísimo mejor que con la pizza especial que habíamos pedido para comer. Se complementó perfectamente con la carne y la salsa de tomate y fuimos felices. Mas a nuestro favor pensando el vino junto a unos ravioles de ricota con salsa bolognesa.
Pruebelo en su casa, señor lector. Estamos seguros de que no lo defraudará.
Lo compré al módico precio de 263,50 en el super de la señora de Galicia de Rosario. Ese dato es fundamental, porque a esa plata hay muy pocas opciones que dejen contento al consumidor, y esta es una gran oportunidad de comprar un vino rico, con cierta complejidad y barato. Qué mas para ser feliz?
Sin más por ahora y esperando que al probarlo disfruten igual que nosotros este vino, los saludo muy atentamente hasta la próxima cata fraternal.
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